lunes, 31 de octubre de 2005

Bipolar

El fin de semana me di cuenta que soy bipolar. Una noche de viernes en Bunker, la tarde siguiente en el Starbucks del Alto Las Condes y una noche de sábado disfrutando de un tambo nortino confirman que la bipolaridad de mi crianza es algo evidente.
El viernes aproveché que mis amigos
Shiver y Alejandro iban en auto a Santiago a ver Morcheeba en el estadio Víctor Jara para irme con ellos y adelantar un día el viaje al cumpleaños que el sábado celebraría mi abuela Amalia. Llegamos como a las siete de la tarde y luego de darnos unas vueltas estúpidas por mi culpa buscando un lugar para comer algo los chicos partieron a su recital y yo a buscar alojamiento en casa de mi prima. Caminé desde Il sussesso (o como se escriba) al lado del Crowne Plaza (donde el pobre de Shiver no pudo terminarse un completo asqueroso) hasta Santa Isabel con Salvador donde me esperaba mi "primo" solo porque Ester andaba en el sur haciendo sus clases de actuación. Había un problema de llaves por lo que tuve que esperar a que fuera a nadar por ahí cerca y por mientras me metí a leer blogs. Cuando volvió ya tenía lista una cita con un usuario de gaydar con el que había hablado un par de veces en las semanas anteriores y partí a juntarme con él en las mariconas fuentes de agua del bicentenario, esas que tienen luces multicolor y se ubican frente al Fausto y que te mojan como champañazo cuando tienes viento en contra. Osito gaydar me invitó a su dúplex cercano y caritativamente me dio de comer pizza y me las di de barman preparando unos cabezones cubalibres. Estabamos en lo mejor cuando blogger-que-no-quiere-que-lo-identifique, pero que diré que es muy guapo e inteligente y que me dejó muy claro que yo no le gusto, me llamó al celular para que nos juntáramos en Plaza Italia. Partí medio mareaito en un mareador chaqueta amarilla y lo esperé 15 minutos porque venía atrasado. Cuando vi a Ernesto (pongámosle que se llama así) me dije a mi mismo que era bastante guapo y más alto de lo que me imaginaba y que era una lástima que yo no le gustara porque le quitaría inmediatamente esa desilusión que le han provocado los hombres si me dejara intentarlo aunque sea un poquito. Nos fuimos a Bunker donde al poco rato nos encontramos con Astro y su hermano, que es igual a él pero más rico. Al poco rato llegaron del concierto mis amigos de Viña y bailamos intercaladamente, creyéndonos la muerte (en Bunker todos se sienten con the evil inside) por tener tan guapas compañías, toda la noche. Cuando prendieron las luces que echan a la gente con Ernie cachamos que yo me alojaba bastante cerca de su casa y nos despedimos de Astro y su hermano para irnos juntos caminando. Mis amigos ya se habían ido hace rato porque tenían que volverse en auto para Viña. A chico guapo que no me pesca lo dejé en su casa y sería todo, pero espero que quiera seguir conversando conmigo por MSN o me llame cuando venga a ver a sus padres a Valparaíso.
El sábado me desperté como a las doce y media, me duché y despedí apurado de mi "primo" para irme al departamento de mi abuela en Las Condes. Iba con una cara de poto que se las encargo por haber dormido tan poco y más encima se me acabó el líquido de los lentes de contacto y parecía drogado con los ojos inyectados de sangre. Cuando llegué al depto me recibió mi abuelo que después de la operación parece que está más dulce y ya no es el viejo capitán de marina mercante que siempre ha sido. Nos tomamos un pisco sour esperando a la festejada, mi hermana y mi mamá que venían de comprar en Patronato, seguro. Antes llegó mi prima Giulana que me conversó sobre nutrición, tema que la obsesiona desde que estudia esa
carrera o quizás mucho antes, cuando tuvo anorexia o bulimia, no recuerdo. Nada extraño porque por el lado de mi madre ese es un tema perenne en nuestro árbol genealógico. Antes de decir "hola" primero se dice "qué estás gordo" o "qué estás flaco", dependiendo del caso. Cuando por fin llegaron todos, nos comimos los canapés de centolla infaltables mientras se discutía por la adecuada refrigeración de la mayonesa que parecía demasiado amarillenta. Luego de comer hasta hartarnos el plato de fondo, me junté con Sombrita en el Starbucks del Alto Las Condes. Pero eso lo contará ella en el próximo post y yo mi versión en el suyo, apenas coordinemos la publicación de la historia de tan magno evento.
En la noche mi hermana se presentaba en un local que perfectamente un par de décadas atrás podría haber sido una peña folclórica como las de Los Parra o "Chile ríe y canta". Anunu (así le decimos a mi hermana) pertenece a un grupo femenino de lakitas. ¿Qué chú es eso? Es un grupo de zampoñas y tambores que tocan en las fiestas religioso paganas del norte chileno. Yo ya las había visto teloneando a Arak Pacha en Valparaíso pero mi mamá no, así que fuimos a ver a Anunu en acción al centro de Santiago. Antes tocaba la versión femenina de Illapu y el grupo de mi hermana era el plato de
fondo. Con mi madre observamos sorprendidos como la música era bailada por la gente, algo que jamás habíamos visto. Aseguraría que con mayor difusión mediática los huaynos, tinkus, takiraris, sayas y landós se convertirían en bailes mucho más dignos de las discotecas que el horrible axé o la electrónica. Me gustaría haber tenido más conocimiento de sus pasos para haber bailado con mi madre la energética música con que el grupo de mi hermana hizo delirar a la concurrencia. Aunque pensándolo bien, en vez de mi madre, feliz habría danzado con un joven de rasgos aymarás guapísimo que no dejé de mirar toda la noche.
Agotados llegamos a puro dormir a la casa de una hermana de mi mamá que vive al otro extremo de Santiago, cerca de mi abuela. Un lugar en el que la gente difícilmente "baja" más allá de Escuela Militar y que vive en una burbuja de otro Chile. Por suerte soy bipolar y puedo disfrutar del mundo que me entregó mi padre y a la vez reírme del que me legó mi madre.

BAILE SAYA (0:11)

viernes, 28 de octubre de 2005

C2: Polen llega a Marreis

Capitulo Anterior: C1: Polen

Polen nunca había sabido de dos hombres que fueran novios, entre sí, digamos. En la isla donde nació había cuatro familias separadas por 100 kilómetros de distancia y en su familia nunca se habló del tema. Hacía cuatro meses que lo habían casado con Tupí, hacía dos semanas que había escapado de Río Eterno, una semana que había cruzado el canal de Farseen y llevaba tres días sin comer, luego de que se le acabaran las latas de perdices que robó a su suegra.
-¿Tienes algo de comer?
- En el refrigerador hay fruta, sírvete lo que quieras. ¿Cómo te llamas?
- Polen.
-¡Polen! Lindo nombre, muy original. Galo Vermelho, encantado de conocerte.
- Igualmente. Y se apretaron las manos.
Ambos sintieron algo especial. Polen le dio un poco de temor, Galo era un hombre que le gustaban los hombres y él era un hombre. Galo experimentó sentimientos encontrados, pensó que podía ser el inicio de una gran amistad o de una competencia en la que iba a perder.
"Es un chico hermoso, me gusta su cuerpo enorme, puede servir como guardaespaldas. Pero esa ropa, dios, es muy campestre. El sombrero de paja está bien, le da cierta personalidad y le enmarca bien los rasgos duros de la cara, sus enormes ojos azules se la suavizan. Pero ese mameluco de jeans verde, todo sucio, es too much. A Sandez no le va a gustar. Sandy es muy exigente y el exterior va a ser muy agreste para soportarlo, pero el interior tiene posibilidades de agradar, lo brusco e ingenuo es algo que siempre le ha caído bien."

El vehículo se detuvo y Polen despertó. Tenía la cabeza apoyada en Galo y eso lo avergonzó pero no supo que decir para salir de la incomodidad.
-¿Dónde estamos?- se adelantó Galo. Estamos en Alto Marréis, esta es la mansión de Sandy. ¿Quieres conocerlo? Te conseguiré trabajo como guardaespaldas. ¿Qué te parece?- agregó sin darle mucho tiempo para pensar.
Galo desapareció tras una puerta y Polen se encontró sentado, sin aún haber dado respuesta, en un banco de madera pintado de muchos colores rodeado por objetos de muchos colores, mirando una gran pantalla plasma que transmitía una película pornográfica. Un hombre de piel "muy oscura" observaba con tristeza y detenía el disco cuando hacían un primer plano de uno de los hombres que tenían sexo en una playa. A veces no aguantaba y lloraba escandalosamente diciéndole garabatos al hombre de la pantalla.
Capítulo Siguiente: C3: Yaz

miércoles, 26 de octubre de 2005

El ni ahí de los jóvenes con la política

Una encuesta del INJUV (del 2004, con los inscritos este año la cosa debe haber cambiado un poco, pero en el fondo se mantiene parecido) constata que el 29,9% de los jóvenes se declaró inscrito y un 70,1% se declaró no inscrito.
La encuesta va más allá y consulta las razones para no inscribirse: 43,8% no lo haría porque la política no les interesa, luego un 12,3% porque no les "ha dado el tiempo", y por último 9,0% porque les "da lata hacer el trámite".
Es decir, los jóvenes no votan porque les importa un pucho y porque son flojos para inscribirse o les falta el tiempo para ir al registro electoral. No estarían votando en las elecciones presidenciales, principalmente, por la apatía en sus discos duros.
Apatía es definida por la RAE en su segunda acepción como "dejadez, insolencia, falta de vigor o energía". La dejadez es clara, da lata hacer el trámite. La falta de vigor o energía algo tiene que ver con la falta de tiempo aunque eso correspondería más bien a los pocas días y complicados horarios de atención de los registros electorales que generalmente están escondidos en una calle brígida.
La insolencia de los jóvenes por la política se manifiesta en una frase muy clara y decidora: no estoy ni ahí. Las nuevas generaciones no están ni ahí porque los políticos no están ni ahí con ellas, formándose así un círculo vicioso muy difícil de romper.
¿Qué es lo que ven en los políticos para no estar ni ahí? Corrupción, malversación de fondos, coimas, poca transparencia, ausentismo en el Congreso, farandulización, fraudes, pitutos, rencor y los mismos apellidos de siempre conformando una familia política que se reparte cargos sin ningún ánimo de servicio público sincero. Los políticos se supone que deben representar a la gente y definitivamente los jóvenes no se ven identificados con una clase política que no ha estado a la altura de lo que ellos requieren.
¿Por qué no pueden sentirse aparte si ven que la cancha ya está rayada por los políticos para hacer la democracia un mero video game para elegirlos a ellos y sólo les basta hacer una vaquita con las circunscripciones con un sistema binominal? Ejemplos para que las nuevas generaciones se sientan excluidas e innecesarias, los nerds del curso, sobran cuando políticos como Andrés Allamand y Eduardo Frei serán elegidos prácticamente sin competencia.
Por otra parte, los jóvenes tienen tan incorporado en el pen-drive de sus cabezas que política es sinónimo de demagogia que ya no se compran los discursos fáciles ni los ofertones populistas que les parecen tan verdaderos como que Madonna estará en el próximo Festival de Viña.
Los políticos deben buscar la sintonía, la onda que la lleva, escribir un blog sincero ¡por último para que los pesquen de alguna manera!. No se trata tampoco de mutar y hacerse los lolein, menos decir lolein porque eso sí que es antiguo.
Concluyendo, los jóvenes ni siquiera se detienen a escuchar las ideas políticas en un programa de televisión, les basta oír "pol" para darse cuenta que lo que sigue es "ítica" y hacen de inmediato el zapping para ver Mekano o Rojo.

lunes, 24 de octubre de 2005

Mi negrito

Tengo un tarro del siglo pasado en el mismo mueble tambaleante de cholguán tapizado con láminas que imitan madera de alerce con que venía de regalo.
Corría el año 96 y yo estudiaba Literatura Hispánica en la Chile cuando me propuse el objetivo de ahorrar dinero para comprarme un computador. Para esto abrí una libreta de ahorro dorada en la que juntaba las chauchas pa'l peso que me sobraban del vuelto del pan y religiosamente (aunque no sé que pito toca la religión en esto) depositaba lo reunido haciendo las largas filas de un banco que era del Estado y que ahora simplemente se llama BancoEstado. Desde el año anterior me había picado el bichito por tener uno cuando en la U había tomado un curso de manejo de Windows y sus pocos programas asociados en esa época. Ni recuerdo si era Windows 95, ¿estaría tan a la vanguardia la casa de Bello en una facultad dejada a la mano de Dios por poco rentable? Con este curso había descubierto la incipiente red global y los rudimentarios sistemas de conversación como el Mirc que estaban prohibidos y debía cargar desde un diskette traído a la mala y rogar porque nadie entrara al sucucho de tres o cuatro computadoes que había que reservar muy temprano en la mañana.
Para mi cumpleaños en agosto obviamente pedí que no me dieran regalos y que caritativamente me ayudaran por paupérrima que fuera la cantidad con dinero para la libreta. Así, en diciembre ya tenía la no despreciable suma para la época de 150 mil pesos. Con eso no me alcanzaba ni para el mouse, pero mi salvadora güeli Amalia me ofreció ponerme el resto (aunque más parecía que lo que yo aportaba era algo simbólico) y comprar el dichoso computador en cuotas en esos días R, digamos que de rebajas para no dar más publicidad que no me pagan pero que resultaría tan beneficiosa para mi presupuesto actual.
Y un fin de semana los pendejitos de varias razas anunciaron los tres días por la tele y partí raudo a informarle la buena nueva a mi abuela y en un dos por tres ya estabamos en la tienda. Obviamente yo ya había hecho más que un catastro sino un verdadero censo de las ofertas disponibles y en mi mente sólo tenía a mi negrito como idea fija: un Compaq Presario 2110, de 1.9 gygas, 100 mhz, 32 MB de Ram y un módem de 33. Ciertamente no era lo mejor del mercado pero se ajustaba al límite de dinero que mi güeli se había mostrado de acuerdo en costear. El vendedor me dijo que después no le podría agregar nada porque los de esa marca no lo permitían pero yo lo ví tan lindo, menos cuadrado que los demás y de un negro tan elegante. Además en esa epóca no preví que internet luego sería con ancho de banda y necesitaría entradas USB para un sinfín de adminículos que en el siglo XXI pasarían a ser ultra necesarios.
Ahora blackie está muy viejito. Hace unos cinco años el teclado murió y por suerte esa era una pieza reemplazable, hace tres el lector de cd-rom también feneció y cuando lo quise arreglar no pudieron y más encima me robaron 16 MB de Ram por lo que cada vez que me conecto a MSN no puedo hacer nada más que conversar y a duras penas con más de tres personas a la vez, ni hablar de abrir el navegador cuando lo hago.
Por esta razón (bueno, está bien, también porque tengo un ego grande) cuando me enteré hace unas tres semanas de un concurso de blogs donde podría ganar un muy buen computador (comparado con el mío cualquiera lo sería), no dudé ni un segundo en inscribirme.
El problema es que existía un jurado que hoy nominó a sus ocho preferidos para que en esta nueva etapa el público decida cuál es el mejor. Y obvio, no me nominaron. Y no pienso decirles cuál es el concurso porque no quiero darles ninguna publicidad a esos conchetumadres.
Por lo tanto, mi querido negrito me seguirá acompañando hasta que por fin me reciba de periodista y logre mi primer sueldo de profesional que me permita comprar la ultima chupá del mate o encuentre otro concurso para ilusionarme.
Este es mi homenaje a mi amigo fiel, lento, pero fiel (y ahora beso la pantalla para que no se le ocurra apagarse antes de que aprete la opción de "publicar entrada").

viernes, 21 de octubre de 2005

C1: Polen

Aquí comienza el folletín por entrega de los días viernes.

En la carretera de Lunafrita el asfalto cocía todo lo que se pusiera encima y aquel oso moreno que se protegía bajo una lenga, aunque más bien parecía que la lenga se protegía con él, y se oreaba agitando su gorro de paja, ya llevaba toda la mañana haciendo dedo a los pocos autos que osaban pasar por esta vía.
El se llamaba Polen y no era raro ver abejas revoloteando su macizo cuerpo atraídas por su perfume de arándanos y zarzaparrilla que el mismo preparaba todos los veranos, allá en Río Eterno, la granja de su ahora ex suegra.
La recolección de frutos silvestres la llevaba a cabo todas las mañanas bordeando el río. A veces lograba llenar tres bolsas y cuando su gran cuerpo se lo impedía, sólo dos. Le gustaba hacerlo, así la mañana pasaba más rápido y no se acordaba del suegro que lo despertaba todas las mañanas con su voz de pájaro mecánico obligándolo a despertarse a las cinco para preparar el desayuno de las mujeres que tempranísimo iban a hacer las labores del campo. Estas consistían en ordeñar las cabras, cazar camarones y abrir los canales para regar las plantaciones de tulipanes, y también las operaciones anexas de todo esto como la producción del queso (de las cabras), el enlatado (de los camarones) y la refrigeración y posterior envío de las flores.

"Pero no me gustaba hacer el desayuno, ir de compras, mantener la casa limpia y todas esas cosas. Me gustaba caminar alrededor del río y recolectar frutos para mi perfume."
"Era un muchacho muy extraño, andaba como en el aire, siempre pensando quizás qué cosas. Apenas me ayudaba a poner la mesa y arrancaba por el campo y no lo volvía a ver hasta el almuerzo."
"Sí, era extraño. Pero yo estaba enamorada y conque me esperara en las noches para conversar y luego, bueno, tu sabes... Yo estaba contenta, todavía no sé por qué se fue. Su cuerpo grande y moreno, sus enormes ojos azules, él era todo lo que una mujer podría desear en un hombre. Y bueno, tu sabes, eso también era maravilloso..."
Polen ya llevaba tres horas bajo ese sol de Lunafrita cuando una limosina se detuvo. No era raro ver limosinas en esa carretera, ya llevaban dos semanas en huelga los aviones de Piña a Marréis y los artistas no tenían otra alternativa que tomar esa carretera para llegar a los Estudios de Nutrí, al otro lado de la península.
Una de las puertas traseras se abrió y un hombre muy atractivo le pidió que se subiera.
-¿Dónde vas?.- Le dijo, ofreciéndole un vaso de jugo de mango que sacó de un pequeño refrigerador.
- Esta carretera sólo me lleva a Marréis y para allá voy. ¿Eres un artista de Cine? -Preguntó Polen, observando el corazón de plata que colgaba de su cuello.
-No.- Dijo riéndose.- Soy el novio de Sandez García, el nuevo galán de las películas de Marréis.
- Qué bien... - Atinó a responder Polen, muy sorprendido.
Capítulo Siguiente: C2: Polen llega a Marreis

miércoles, 19 de octubre de 2005

Visita ilustre

Pronto escribo algo más largo pero hoy no pude dejar de poner esto que me pareció bastante freak. Ya he recibido visitas de los rincones más extraños que jamás me habría imaginado pero esta vez fue mucho. ¡La oficina presidencial de Irán! ¿Irán? Es casi para no creerle a mi contador.
Bueno, yo encantado recibiría un par de barriles de petróleo si al oficinista iraní le gusta como escribo. Hasta podría hacerle un post alabando a Bush Jr. si me pasa por debajo de la mesa un par de miles de dólares.
Otro tema na' que ver: el blogger McRoyal no es un sanguche de potito a la hora de comentar excelentemente la campaña del sida. Vean su muy buen post
aquí.

lunes, 17 de octubre de 2005

Arroz con leche


Esto lo saqué del blog de Poor Statue. Traté de traducirlo lo mejor que pude del inglés.
Loquísimo top 10 para los hombres hétero
10 razones de por qué el matrimonio gay está mal.
01) Ser gay no es natural. La gente real siempre rechaza cosas no naturales como los lentes de sol, el poliéster y el aire acondicionado.
02) El matrimonio gay alentará a las personas a ser gay, de la misma manera que andar cerca de la gente alta a uno lo contagia y lo hace ser más alto.
03) Legalizar el matrimonio gay abrirá la puerta para cualquier otro comportamiento loco. La gente se casará con sus mascotas porque un perro tiene un derecho legal y puede firmar un contrato de matrimonio.
04) El matrimonio hétero ha existido por harto tiempo y no ha cambiado para nada; las mujeres todavía son una propiedad, los negros todavía no se casan con los blancos y el divorcio todavía es ilegal.
05) El matrimonio hétero perderá significado si se permite el gay; la santidad del matrimonio de 55 horas sólo-por-diversión de Britney Spears se verá menoscabado.
06) Los matrimonios hétero son válidos porque son capaces de tener hijos. A las parejas gay, las parejas estériles y la gente vieja no se les permite casarse porque los orfanatos no están los suficientemente llenos y el mundo necesita más cabros chicos.
07) Obviamente los padres gays criarán hijos gays, ya que los padres hétero sólo crían hijos héteros.
08) El matrimonio gay no es aprobado por la religión. En una teocracia como la nuestra, los valores de una religión son impuestos en todo el mundo. Es por esto que tenemos sólo una religión en el mundo.
09) Los niños no pueden salir bien sin el rol de un padre y una madre en casa. Por esta razón tenemos una sociedad que prohibe expresamente a los padres solteros criar a sus hijos.
10) El matrimonio gay cambiará las bases de la sociedad; nunca nos adaptamos a normas sociales nuevas. Tal como nunca nos adaptamos a los automóviles, la economía de servicios o a la mayor expectativa de vida.
Repostea esto si crees que el amor conforma un matrimonio.

GAY MARRIAGE - AVISO TV (0:33)

domingo, 16 de octubre de 2005

Hortografía 1


O sea, yo también de repente cometo errores gramaticales y ortográficos pero que en un diario se produzca uno en un titular es como mucho, ¿o no?
Si no descubriste cuál es el error, yo te lo digo:
Se escribe "cirugía" y no "cirujía". Fue pésimo que la operación a la pobre señora haya sido bien mula pero no creo que Copesa se las dé de irónica inventando una palabra.
Se escribe "desenlace" y no "descenlace". No se me ocurre nada para molestarlos por eso. Supongo que confían mucho en "Word" y no tienen un corrector ortográfico que respire o tenga neuronas.

viernes, 14 de octubre de 2005

Chávez

El viernes pasado en la clase de Tele I la profe nos mostró el documental que a continuación comento. Mis compañeros y yo quedamos muy sorprendidos por la perspectiva que nos presenta, muy distinta a la que esporádiacamente nos machaca CNN o la televisión chilena.
Más allá de que ya estemos en tercer año de periodismo y ya estamos un poco curados de espanto sobre la visión sesgada que pueden ofrecernos de la realidad porque ya hemos visto, por ejemplo, a Michel Moore criticando a Bush Jr. y no nos quedamos con la pura opinión de El Mercurio o Copesa sobre Chile, nos llamó la atención el gran poder que puede tener un medio de comunicación para provocar situaciones, independiente de para qué lado tiren.
Estuve buscando un enlace para que pudieran bajarlo y opinar por ustedes mismos porque un compañero dijo que estaba en internet pero con mi prehistórico compu no lo encontré. Ojalá pudieran hacerlo y si hay un venezolano leyéndome, estaría muy agradecido si pudiera echarme una "puteada" como le llamo yo a los comentarios del post.

El once venezolano

"La Revolución no será transmitida",
documental realizado a dos manos por las irlandesas Kim Bartley y Donnacha O'Brien nos muestra una nueva perspectiva del "once", pero el venezolano, aquél ocurrido en abril de 2002 y que intentó derrocar al presidente democráticamente elegido Hugo "el loco" Chávez.
No resulta raro que aún no haya sido exhibido en nuestro país porque todos sabemos quiénes están tras los medios de información acá, aunque la mayoría de los periodistas sea de izquierda. ¿Acaso no son los mismos que estaban y siguen estando en los medios venezolanos y que este documental identifica muy bien?
En su hora y 15 minutos de duración queda más que claro que las autoras toman partido por Chávez y nos muestran cómo los canales de televisión venezolanos se encargan de echar por tierra todos los intentos del gobierno por llevar a cabo su revolución. Ésta sólo cuenta con un canal, el estatal, para intentar contrarrestar la propaganda derechista que hace parecer a Chávez como un loco desestabilizador y polarizador de la sociedad venezolana.
Entrelazan imágenes de noticieros, programas misceláneos y de debate con las captadas por sus propias cámaras para demostrar esta tesis. Momentos álgidos de este desarrollo son la presentación de pruebas audiovisuales de un montaje televisivo para culpar a los chavistas de las muertes causadas aquél once de abril por francotiradores y la inclusión del ambiente que rodeaba al palacio de gobierno el día que la gente salió a manifestarse para que Chávez volviera al poder.
Se podría decir que la conclusión del documental es que el golpe de estado fue planeado y llevado a cabo por varias elites de extrema derecha venezolana con sus medios de comunicación, y con acción externa por parte de Estados Unidos.
Existen
varias páginas en internet que contradicen al documental demostrando que éste incurre en errores de fechas y manipulación de imágenes, es decir, las mismas maniobras que estaría criticando.
Más allá de todo esto, el documental tiene el valor de criticar lo fácil que resulta falsear una noticia, e incluso la historia, concatenando para beneficio de una de las partes con una cuidada edición, una guiada opinión y con el poder de la imagen las subjetividades de ella.
Además demuestra lo frágil que resulta una revolución sin políticas adecuadas de comunicación de logros y beneficios teniendo tantos flancos televisivos en contra de ésta y el peligroso resultado al que se puede llegar teniendo al quintil más rico temeroso de perder un poco de sus fortunas y con el poder de los medios a su favor.

martes, 11 de octubre de 2005

Día de la ¿raza?

Mi papá está bien. O lo vi mejor mientras estuve con él el fin de semana. Lo regaloneé harto, me criticó que en el desayuno que me llevó a la cama quisiera ponerle mantequilla al pan con huevos revueltos, vimos "Roma" de Aristaraín en dvd, escuchamos a León Gieco y paseamos en auto con la tía Quena por los excelentes caminos que Ricardito hizo cuando estuvo de ministro en el MOP.
No cantó pero me dijo que estaba mejor. La tía Quena también lo dijo. El mismo se lo dijo a mi tío Juan, su hermano mayor y con el que siempre discute de política cuando conversamos en la once del tema. No está agotado de hacer clases, son sólo los niños de primero básico los que le demandan mucho esfuerzo y los demonios que ve de repente esperamos que se los saque un psiquiatra que verá en Rancagua. Llegamos a la conclusión que la tristeza o el "ponerse maricón", como le dice él, es algo natural después de un pre infarto con intervención quirúrgica. Otros pacientes se lo han comentado.
Yo estoy bien. Mimé a mi papá y mi papá me mimó.


Cinco Siglos Igual (León Gieco)



Soledad sobre ruinas,
sangre en el trigo rojo y amarillo,
manantial del veneno escudo heridas,
cinco siglos igual.

Libertad sin galope,
banderas rotas soberbia y mentiras,
medallas de oro y plata contra esperanza,
cinco siglos igual.

En esta parte de la tierra
la historia se cayó ...
como se caen las piedras
aun las que tocan el cielo
o están cerca del sol
o están cerca del sol.

Desamor desencuentro,
perdón y olvido cuerpo con mineral,
pueblos trabajadores infancias pobres,
cinco siglos igual.

Lealtad sobre tumbas,
piedra sagrada Dios no alcanzó a llorar,
sueño largo del mal hijos de nadie,
cinco siglos igual.

Muerte contra la vida,
gloria de un pueblo desaparecido es comienzo,
es final leyenda perdida,
cinco siglos igual.

En esta parte de la tierra la historia se cayó
como se caen las piedras aun las que tocan el cielo
o están cerca del sol
o están cerca del sol.

Es tinieblas con flores,
revoluciones y aunque muchos no están,
nunca nadie pensó besarte los pies,
cinco siglos igual.

LEÓN GIECO - PARA LA VIDA - BSO "ILUMINADOS POR EL FUEGO (4:44)

viernes, 7 de octubre de 2005

Aguas turbulentas

Mi papá me mima. Yo mimo a mi papá. Mi papá está triste. Mañana lo voy a ver a Pichilemu. Mi papá está triste porque ve demonios que no lo dejan en paz.
Mi papá es profesor de enseñanza básica en un colegio particular subvencionado pobre pobre. Hace clases de música y de historia a unos demonios que no tienen la culpa de ser demonios. En sus casas sus padres pelean y se golpean, algunos son abusados o fueron producto de una violación. Ellos sienten que no tienen futuro, que no sirve de nada estudiar pero igual van a clases, para echar la talla, para molestar y no prestar ninguna atención a lo que mi padre intenta enseñarles.
Mi papá siempre ha sido muy alegre, el alma de las fiestas, tiene mil amigos. Cuando caminamos por Pichilemu apenas podemos avanzar porque cada tres pasos alguien lo saluda y se detiene a conversar. Cuando aún estaba con mi madre y vivíamos los cuatro en el sur, pasaba lo mismo y aunque no fuera su ciudad natal, él con su magnetismo tenía mil amigos que lo acosaban y lo invitaban a mil asados de cordero al año. Mi papá siempre fue muy amigo de mis amigos del barrio y todos lo adoraban, hasta diría que más que a mí. El cantaba y les hacía clases de guitarra que yo nunca pude aprender.
Antes, cuando vivimos en Suecia, también. Pero eso yo no lo recuerdo mucho. De esa época son las fotos. Como se ve, no soy muy parecido a él. Yo me parezco a mi mamá. Y aunque lo quiero mucho, cuando se separaron (yo tenía unos 10 años) nos preguntaron a mí y a mi hermana (ella tenía ocho) que con quién queríamos vivir y yo no dudé en decir que con mi madre. Claro, éramos chicos pero no tanto para no darnos cuenta que viviríamos con más comodidades y más tranquilos con ella.
Cuando chico yo contaba los segundos en la noche acostado en el camarote que compartía con mi hermana. Así: un segundo, dos segundos, tres segundos, cuatro segundos y cuando llegaba hasta chorromil segundos por fin llegaba mi papá, muy tarde, o eso parecía en mi corta edad, y yo me hacía el dormido u otras veces no y antes del beso de buenas noches me cantaba el "duerme duerme negrito".
Mis papás discutían en sueco para que no entendiéramos (porque ese idioma lo habíamos borrado de nuestras mentes a los pocos meses de haber pisado suelo chileno). Pero no discutían a gritos. Y con mi hermana celebrábamos cuando se daban un beso. Pero yo sabía que ya no se amaban.
Mi papá el año pasado sufrió un pre-infarto a mediados de febrero. Justo a los pocos días que yo le había contado que me salía algo amarillento por la tula. No sé si fue la impresión porque su hijo regalón se había pegado una gonorrea o la cercanía de las clases que siempre ha odiado hacer o la mala alimentación llena de colesterol y farras con sus amigos para olvidar la vida que lleva fueron los causantes, pero se quebró. Se rompió. Justo el día en que yo volvía a Santiago porque mi madre había venido del sur con mi hermano chico a pasar unos días y me había pedido que los fuera a ver. Días en que sufría por manchar mis calzoncillos con un pus raro que no tenía idea por qué me aparecía.
Al principio creía que eran mis característicos fluidos lubricantes cada vez que se me para. Pero esta vez era mucho y me ardía un poco cuando meaba. ¿Por qué me pasaba esto a mí? Si yo uso condón siempre, si yo sé cuáles son las reglas de mi condición. Jamás había dejado de ponerme un forrito y si se daba la casualidad que no tenía, no permitía la penetración.
Recordé mi último sexo casual a mediados de enero de ese mismo año. Caliente por la soledad me había ido a meter a un sauna. El 282 de Santa María, a pasos del Búnker. Ya había ido antes, ansioso por ver cuerpos desnudos, por relajarme en sus tres pisos de relaciones de si-te-he-visto-no-me-acuerdo.
Esa vez ya estaba que me iba. Ya había sudado bastante en los saunas y ya me había hecho el dormido lo suficiente en los baños de vapor para ver disimuladamente (aunque no me resultaba mucho) a los demás como se les veía el cuerpo y los genitales bajo los géneros casi trasparentes y las toallas diminutas que entregan por las cinco lucas para entrar. Estaba ya muy dispuesto para irme cuando decido ir a darme una vuelta por el cuarto oscuro con camas de cuero donde retozaban parejas en la invisibilidad apenas visible por algunos encendedores que prendían los más curiosos. En esos segundos de luz o por la tenue luminosidad que llegaba desde el pasillo se podían distinguir figuras masturbándose, otras cateando las caras de los demás presentes en la habitación y ausentes de la acción en las camas.
Por un segundo vi el pelo rojo natural de otro vagabundo sexual. El también me vio. A los pocos minutos, en otro fogonazo, me hizo un gesto para que lo siguiera. No lo seguí pero volvió y me tocó bajo la toalla. Luego froto su pene lacio, jugoso y largo en el mío ya erecto. Pronto se le paró y nuestros fluidos preseminales se mezclaron por unos malditos segundos.
Mejor nos vamos a otra parte, dijo. Lo seguí. El parecía más seguro de lo que había que hacer y revisó si había un cuarto privado disponible pero no lo había. Fuimos al jacuzzi que estaba vacío. El agua tibia y quizás hace mucho rato no reciclada nos recibió reconfortante pero peligrosa.
Ya no recuerdo su nombre. Siempre pregunto el nombre, aunque me mientan y me digan el primero que se les ocurra pero este no lo recuerdo. El pelirrojo tenía cara de pelirrojo. Con su pubis rojo y lleno de pecas en la cara, el pecho, los hombros y la espalda (características que sólo en alguien sin pelos y no macizo me gustan) me enseñó su gigantesco pene, tan grande que me dio susto y eso que no estaba totalmente erecto.
Se lo chupé con dificultad, me lo chupó con no tanta. Nos abrazamos y no quisimos acabar tan luego. ¿Qué hacemos? Vamos a la piscina del primer piso. Bueno, dije. Bajamos.
Nos bañamos desnudos en ella. Nos besamos. Dejamos de hacerlo. ¿Quieres coger? Bueno, pero no tengo condón, dónde guardarlo si estoy desnudo, acoté. Aquí venden, me dijo. El que le vendió lo trató como si lo conociera de toda la vida y me miró con cara de ten cuidado. No hice caso a las advertencias, ingenuo de lo que vendría. Compró dos. Bueno, será uno para mí y otro para él, pensé. Tendré que aperrar nomás.
Subimos. Los cuartos privados seguían ocupados. Subimos las escalas hasta el último piso que no existe y donde todo acaba en una puerta cerrada. Por debajo se veía que una luz matinal entraba por la rendija y los rayados de la pintura negra de unas ventanas. Pudimos vernos con mejor nitidez los cuerpos y las caras. Su pene se veía mas enorme con luz, su cara no tan atractiva y su voz menos. En su modo de hablar se notaba la diferencia entre los dos, la mala educación. Me puse el condón y lo penetré, pero la posición era incómoda para mí en la escala, en cambio él parecía habituado. No podía concentrarme, en cualquier minuto podía subir algún despistado o voyerista y vernos. ¿Volvamos al jacuzzi? Bueno. Me saqué el forro y mi posibilidad no tan deseada se había acabado. Lo boté en una esquina.
En el agua no pude ponerle el condón, siempre he sido tan ñurdo para eso. Se lo colocó el mismo y me preparé sicológicamente para el siguiente paso. Hazlo con cuidado, por favor. Con el agua es más fácil, me dijo. Recordé la vez que lo había hecho con mi primera pareja estable en la piscina de la casa de mi abuela en el Cajón y pensé que no era tan fácil, pero bueno, esta es agua tibia, quizás es distinto.
Fue doloroso igual, sentí un desgarro, pero al rato me acostumbré. Pelirrojo acabó, yo también y en las mismas aguas turbulentas que nos acogieron. Bajamos a comer algo al primer piso. Me dio el número de su celular, le di el mío.
Al otro día, sorprendentemente me llamó. Cómo si fuera su pololo me trató con la misma cotidianeidad de un conocido de años y me dijo que quería verme. ¿Dónde? En mi trabajo, dijo. Fui a un Jumbo en el que nunca había estado, muy cerca del centro deportivo de Zamorano. Pelirrojo trabajaba en la carnicería y en ese momento lo tenían asignado a la venta de embutidos en una parrilla. Nada más apropiado, pensé. Cuando se acercó, noté que cojeaba. Me ofreció su promoción de choripán con cerveza y acepté. Quise pagar pero no me dejó. Salía tarde, quedamos de juntarnos al otro día en el Parque Forestal y me fui al Cajón.
Al otro día, tirados en el pasto del parque me dijo algo que a pesar de mi paciencia por tratar de descifrar su seseo no entendí. "A mi me gusta tomar pxpsovska" y no entendí por más que me lo repitió en todas las velocidades y volúmenes audibles para mi único oído disponible. Le pedí que me lo escribiera. Escribió "volca". Comprendí que eran muchas nuestras diferencias pero no dije nada. No me gusta romper el corazón de alguien. Menos el de alguien tan ingenuo y sincero como sentía que era él. Me había traído un peluche y una tarjeta ¿ok?
En el cerro Santa Lucía ya no podía soportar que pelirrojo se estuviese ilusionando tanto conmigo. Mientras nos tomábamos un mote con huesillos (el mío sin mote porque no me gusta) le dije que íbamos muy rápido y que al otro día iría a ver al sur a mi papá. Entendió que hasta ahí nomás llegábamos. Lo sentí apenado y disconforme. Al otro día me fue a dejar al terminal de buses. Me entregó un sobre que me dijo lo abriera después. Sentí lástima y me subí al bus. Lo vi desde mi ventana con sus pecas y pelo rojo despidiéndose con la mirada. Abrí el sobre y era una foto de él con una dedicatoria.
A las dos semanas, un día antes de que me fuera, noté que por mi tula salía un liquido muy extraño. Le pregunté a mi papá si a él le había pasado eso alguna vez. No, nunca le había sucedido. Se preocupó, pero ya no podíamos hacer nada y tuve que partir a Santiago a ver a mi madre que ya había llegado del sur. Apenas pisé la casa de mi abuela recibí el llamado de la pareja de mi padre contándome que mi papá había sufrido un infarto o algo que parecía un infarto. Tuve que volver a Rancagua donde lo habían trasladado desde Pichilemu.
Fueron tres días horribles. El primer día no lo pude ver y tuve que partir a Pichilemu otra vez. Al día siguiente alcanzamos a llegar a la hora de visita pero en un hospital público sólo podía entrar una persona a la UTI por vez. Entró mi tía o mi hermana o mi tío, no lo recuerdo. Yo por la pus de mi tula tenía que ir a cada rato al baño a cambiarme un pedazo de papel confort que usaba para no mancharme tanto. Al tercer día ya estaba mejor mi papá y lo pude ver. Los doctores dijeron que se recuperaría y que había sido una angina o pre-infarto. Necesitaban hacerle una "hemodinámica" (o un nombre raro como ese) para saber dónde estaba el punto obstruido. El problema era que la máquina estaba mala y tendría que esperar en una larga lista para que se lo hicieran.
Volví a Santiago, papá ya estaba parcialmente fuera de peligro. Fui a un doctor muy viejo de calle Huérfanos y me dijo que podía ser gonorrea y que tenía que hacerme unos exámenes, pero que estaba tan seguro de que fuera eso que para no perder tiempo ordenó que me pincharan con una dosis extra fuerte de antibióticos porque era mucho el tiempo que llevaba con la infección. El examen no incluía test de vih porque el anciano doctor no me preguntó si yo era homosexual ni yo se lo dije. A Pelirrojo le envié un mensaje de texto para que se revisara y nunca más supe de él.
A los tres meses, por mi preocupación y porque ya había pasado la tormenta de mi padre, me hice el test y salí negativo, por suerte. Primera vez que me había salvado de una grande. A los tres meses después lo repetí. Nada, ni sífilis ni vih.
Ahora mi padre está triste y voy a verlo por el fin de semana largo. Triste porque la plata no le alcanza para nada con su sueldo de profesor. Triste porque tiene psoriasis y porque hace unos días le subió el colesterol a pesar de que mi tía Quena (su pareja) le ha mantenido su dieta sana. Triste porque la Isapre no le quiere pagar los días que tuvo licencia porque no le creen que está triste y tiene esos demonios que se le aparecen para bajarle (¿o subirle?) la presión.
Este año mi papá tuvo que asumir pagarme la carrera porque mi mamá dijo que no puede pagar la mitad de la mensualidad. En junio, por su sueldo miserable tuvo que pedir un crédito Corfo al banco y después de miles de papeles y un cheque en prenda a la Universidad por lo que le debemos, está más triste. Porque el banco se equivocó en una papel y la Universidad cobró el cheque porque se cumplía el plazo. Porque esto provocó que se sobregirara. Mi papá yo creo que nunca me había asumido tanto como su responsabilidad y estoy contento por eso. Pero ahora mi papá está triste.
Mi papá me mima, Yo mimo a mi papá. Y no hago nada más. Nada más que preocuparme y faltar a muchas clases y escribir en un blog para que me quieran, para olvidar que tengo que hacer algo, para olvidar que tengo que ser adulto, que tengo 30 años.
Un segundo....
Dos segundos...
Tres segundos...
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Chorromil segundos...
Otras historias de padre/madre e hijo:
(Díganme links, no propios, que recuerden de otros blogs para poner aquí)

SO NOTORIOUS - SAUNA SCENE (1:20)

miércoles, 5 de octubre de 2005

Yo rayo (y repito)

La largada de esta carrera de obstáculos se disparó vía papeletas, claro que antes ya nos habían lanzado la chorizá atosigándonos con llamadas telefónicas, gigantografías y un cuanto hay de dimes y diretes entre los candidatos a las elecciones presidenciales.
Yo mismo he recibido dos llamadas muy importantes y casi me sentí bendecido porque se fijaran en mí, aunque sea con una grabación. El number one de las empresas y el más capacitado en ventas míster Piñera me llamó. Con su voz característica me ofreció el oro y el moro que a él le sobra y que tan dadivosamente quiere compartir con todos los que quieran elegirlo. Piñera nos dijo: "estamos muy contentos con el número uno, que es un presagio del futuro". Y sin duda, el número uno es un antecedente de su pasado, en que fue el primero en darse vuelta la chaqueta y renegar de Pinochet votando por el No y el vanguardista político en sufrir un Claro-gate con grabaciones telefónicas donde chucheaba tan lindo a su compañera de la pandilla juvenil, la histérica Matthei.
A la gordis le tocó el número dos y ella dice que está muy contenta, es que a ella no se le quita la risa en la cara y que casi ya la tiene como una Lavín-sonrisa-ambulante. Las encuestas la apoyan y ella muy suelta de cuerpo puede decir que con el dos puede graficar con sus dedos la v de la victoria. A cualquiera le bastan DOS dedos de frente para saber que así será aunque aun no entregue ningún programa de gobierno y sólo se sepa que es mujer, simpática y muy risueña. A Jocelyn-Holt yo le digo que no es tonta Michelle, es solo que a la gente les parece muy choro tener una presidenta, una chica superpoderosa al mando, una mami que los rete y los mime cuando lloren por justicia y oportunidades.
Por la tercera vía en política y coincidentemente en el papel donde tendremos que hacer la rayita, aparecerá Tomas Hirsch. Muy clever él, captó al tiro lo contingente del número y postuló que "estamos construyendo la tercera fuerza político social de nuestro país, que ya pronto va a ser primera. Además, si vamos a la historia, el tres fue el número que llevó a Allende a la presidencia". Que optimista este gallo al decir que pronto serán la primera fuerza. O sea, que se alineen los astros para que así sea algún día pero lo veo harto lejano con toda la maquinaria avasalladora que tiene montado el quintil más rico de la población, inhumano y egoísta, incapaz de entregar un poquito de sus sueldos inflados. Para eso están las teletones, los hogares de cristo, los techos para ese Chile tan feo y que les embarra sus idas al aeropuerto, my god por suerte ahora se construyeron esa autopista. En fin, Hirsch más encima apela a Allende, horror de horrores para un electorado que ya está aburrido de escuchar ese otro apellido de la historia. Digamos que es consecuente y que no se desliga como Piñera de sus referentes económicos y dictatoriales.
Por último, Lavincito. Me llamó mi guagüi le dije riéndome a mi hermana. Me dijo que a mí me toca, uy, ¿dónde, dónde? Ella se rió y me dijo que ya estaba desvariando por falta de amor. Joaquín "cara de poto de guagua" Lavín encontró muy cristiano su lugar y dijo que en la biblia escrito estaba. Faltó poco que Longueira le soplara que Jaimito se lo había dicho en un sueño. Es tan considerado el niño, a sus 50 compromisos sumó 10, sí, y toditos para su nuevo target de evangélicos. Ahora sólo le falta apelar a los furiosos ciclistas, adictos al chocolate y fanáticos de Granjeras.
Aucán Huilcamán tuvo que bajarse del caballo y volver a su jeep Cherokee porque los parlamentarios cimarreros no lo dejaron volver. (Pedro habla más de esto
aquí )
Todo está muy claro. Este año solo habrá cuatro opciones
y sigo esperando para re-evaluar.

lunes, 3 de octubre de 2005

No satisfaction

Sucede que me canso de ser casto y puto. Estoy harto, harto, harto de las discos. Aburrido de que me miren toda la noche y no me hablen. Aburrido de ser yo y no atreverme a decir nada tampoco. Cansado de necesitar tres tragos para acercarme a alguien que me guste. Cansado de que se me acerquen borrachos jugosos, horribles y con tufo hediondo para decirme que me han visto toda la noche. ¿Por qué te demoraste tanto para que te diga que no quiero bailar contigo? No necesitabas cinco cuba libres para recibir mi rechazo, por suerte la anestesia etílica te suavizó mi dureza. Por suerte sólo faltan cinco minutos para que enciendan las luces y nadie note que me negué.
"Push me, and then just touch me, till I can get my satisfaction, satisfaction, satisfaction, satisfaction, satisfaction"
Sucede que quiero dejar de fumar, cambiar el cilindro de tabaco en mi boca por el que me pueda ofrecer un novio. ¿la manía de tener algo en la boca, no? Fuera de bromas, odio el humo asfixiante y hostigosamente pegajoso de los ambientes mínimos. Los empujones y agarrones de borrachos que te botan el trago asqueroso de apenas mil pesos en la camisa recién lavada y prenda casi desechable al día siguiente. Los apretujones para ir al baño donde no faltan los exhibicionistas feos masturbándose y observándose las vergas erectas en el urinario. ¿Por último que sean guapos, no?
"Push me, and then just touch me, till I can get my satisfaction, satisfaction, satisfaction, satisfaction, satisfaction"
Sucede que ya no aguanto tres horas de una noche para puro mirar como otros se divierten, saltan, abrazan, besan, alcoholizan, drogan, ríen, pelean, pelan, bailan, erotizan, calientan, gritan, gimen, lloran, cantan, tocan, rozan, empujan, manosean, seducen, atrapan y rechazan.
"Push me, and then just touch me, till I can get my satisfaction, satisfaction, satisfaction, satisfaction, satisfaction"
Sucede que quiero dejar de estar soltero. Creo que tras cuatro años en esta condición ya estoy preparado para otra relación estable. Tiene que haber alguien que se atreva. O sea, me parece que no soy feo, tampoco tonto. Me merezco alguien, ¿o no? Cómo no va a existir esa persona medianamente cuerda y sin rollos por ser gay, trabajador sin ser trabajólico, amante del cine y la lectura sin ser académico, aficionado de la música que me gusta sin ser experto, alto pero no un gigante, maceteado pero no obeso, peludo pero no un bestia, de ojos claros aunque sean cafés. O sea, ni siquiera es necesario cumplir todas esas características, basta con dos o tres, porque lo importante es la química, aquello que te hace oler al otro y sentir que es THE ONE.
"Push me, and then just touch me, till I can get my satisfaction"
Sucede que odio las discos y sucede que no me gusta ir solo como lo hice este sábado. Disculpen mi catarsis, la culpa es de mis amigos que me plantaron y de otros blogs como los de Pablillous y Voikot que me inspiraron.
"Push me, and then just touch me, till I can get my satisfaction, satisfaction, satisfaction, satisfaction, satisfaction, satisfaction"
Letras y videoclip de la canción "Satisfaction" de Benny Benassi.