miércoles, 31 de agosto de 2005

Ego Fan Club

Si hoy tuviera 40 años y estuviera en la situación de llevar 4 años soltero (como hoy) y sin ningún pretendiente seguro en el futuro cercano (como hoy), quizás intentaría una relación más madura con Ramiro. Pero por suerte tengo 30 años y soy optimista. Puedo ser un gay loser, pero siempre con esperanza.
Cuando necesito subirme el ánimo y la autoestima, como anoche que no pude quedarme dormido, suelo recordar una anécdota que ocurrió para mi cumpleaños número 25.
Mi abuela Amalia me había regalado un asado con sus ensaladas en su casa del Cajón. Tenía de invitados a mi mejor amiga Claudia (que es un personaje para escribir varios capítulos y espero pronto hacerlo) y a su amigo Peter (un rubio altísimo y guapo pero demasiado flaco para mi gusto), Gabriela ( una amiga de la infancia que tengo en común con mi hermana, quien también estaba presente) y su pololo de ese entonces y compañero de la carrera de Medicina, y el más importante en ese entonces, Ramiro.
Un poco más tarde llegaron mis primas Ester y Carmen con sus respectivos futuros maridos, Ariel y David. En este momento caigo de que podrían ser perfectamente personajes de las novelas de David Leavitt: ellas son hijas de una descendiente de judíos sefardíes y sus novios lo son de judíos a secas. Ester es actriz, no famosa porque se ha dedicado a la docencia y su hermana menor Carmen es música y también hace clases. Ari es arquitecto y primo de David que es ingeniero en sonido.
Ester, Gabriela y Claudia suelen hablar mucho y casi nunca de cosas poco interesantes cuando me junto con ellas por separado, pero en mi cumple al juntarlas no recuerdo quién fue la que la llevaba. O quizás se cohibieron y ninguna habló mucho y la conversación la llevaron los hombres.
Lo que sí recuerdo y es así porque es la anécdota que me sube el ánimo, es cuando una de las chicas dijo que ella había estado enamorada de mí. Tal vez fue Gabriela que no se cansa de repetir que su primer beso se lo di yo. Lo simpático y sube ego fue que su confesión desencadenó un dominó de confesiones. Al instante, quizás fue Claudia, de quién ya lo sabía y es una historia que da para más largo, no quiso quedar en menos y también expresó a quien quisiera escucharla que ella también había estado perdidamente enamorada de mí cuando tenía 16 años. A lo que mi prima Ester declaró su supremacía por conocerme antes que nadie y haberse enamorado mucho antes que todas de mí. Quizás exagero o invento pero creo que Carmen también se sumó al club de fans.
Es decir, sólo mi hermana y mi abuela de las mujeres presentes y por razones obvias no estaban suscritas a éste.
¿Qué dije yo? No lo recuerdo. Por fuera quizás se notó que quería que la tierra me tragara, pero por dentro me sentí orgulloso y quizás dije alguna frase ingeniosa de la que todos se rieron. Para mis adentros estoy seguro que dije: "cacha Ramiro, con el medio mino que te metiste".

martes, 30 de agosto de 2005

Nikon VII (The End)

No lo tomó tan mal. Después me daría cuenta por qué, algo olía mal. Siempre digo que mi olfato y el resto de mis sentidos están maximizados por la falta de mi oído derecho (una otitits infantil que nadie notó me hizo perder la mitad de mi audición, soy lo que se diría un oyente mono y no me sirven los estéreo ni los dolby surround) por lo que noté algo extraño en su reacción y me dediqué a encontrarle el motivo.
Un día metido en el caché de su computador, donde siempre encontraba fotos de osos más peludos y más guatones que yo, me topé con una carta muy amorosa y con mucha cotidianeidad compartida. Le recordaban lo bien que lo habían pasado juntos y que esperaban repetirlo.
Después de eso mis recuerdos se hacen borrosos. Algo sí estaba claro, esa era una relación, con e-mails y conocimiento mutuo, algo muy distinto a mi beso con un desconocido. Recuerdo vagamente que Ramiro me explicó que eso no pasaba de una relación platónica y que cuando la había tratado de materializar, su contraparte no había funcionado sexualmente. Luego de eso creo que terminamos, pero después no sé cómo, volvimos.
Los resultados en la PAA me permitían elegir cualquier universidad para reintentar Arquitectura. Luego de la prueba de admisión me quedé en Santiago. Al poco tiempo, a Ramiro lo trasladaron a una filial del sur. Los reencuentros se fueron haciendo cada vez más esporádicos. En abril, recuerdo que lo acompañé en Santiago (en uno de sus viajes por trabajo) a comprar nuestro primer hijo: un perrito bulldog francés, al que mi propuesta de nombrarlo Paco le gustó.
Ramiro se sentía muy sólo en el sur, no conocía a nadie y yo mismo le di la idea de que conociera gente en los chats de la zona sur. Así conoció al que sospecho fue su pololo no oficial hasta el día que terminó conmigo.
Mi primer semestre en la U fue durísimo. No fui capaz de superar ramos como Física, Geometría Descriptiva y Cálculo I. Sin embargo, en los más artísticos como Taller y Expresión Espacial (creo que así se llamaba) me fue bastante bien pero no lograron subirme el ánimo ni la autoestima lo suficiente y en Julio ya estaba tirando la esponja. Al mes después, le conté a mis padres y a Ramiro que veía imposible que salvara el año con las notas que tenía en los ramos matemáticos.
Dos semanas después de mi cumpleaños, Ramiro terminó conmigo por teléfono.
Abandoné la pensión que tenía cerca de la U y me fui donde mi abuela al Cajón del Maipo.
El resto del año también está en una nebulosa, sólo recuerdo que lo pasé bastante mal. En octubre recuerdo haber ido al sur y haber intentado un reencuentro con Ramiro que no se dio. El pololo no oficial poco a poco se estaba convirtiendo en uno oficial. A partir de ese momento me quedó claro que sólo seríamos amigos y que Paquito ya no sería mi hijo, jajaja.
En este relato quedaron muchos momentos especiales que pasé con Ramiro, como nuestro viaje a Machu Picchu junto a mi hermana y su pololo. O la vez que fuimos a las Torres del Paine.
Hoy con Ramiro mantenemos una buena relación de amistad. De hecho le he presentado a dos de sus ex y ahora mantiene la relación más estable que le he conocido con alguien que coincidentemente yo había tenido una one night drunk. Después nos enteramos que era la misma persona. Ambos han venido a Valparaíso y se han quedado en mi castillo, hemos carreteado juntos y cero problema.
Una vez con Ramiro nos hicimos una promesa: si ambos llegamos a los 40 años (el dijo 30 pero yo me reí y le dije que era demasiado pesimista y lo subimos), solos y desilusionados de los hombres, nos iremos a vivir juntos. No le he preguntado si aún mantiene esta idea y tampoco sé si el "vivir juntos" implica una relación de pareja. Se lo preguntaré la próxima vez que hable con él.

lunes, 29 de agosto de 2005

Nikon VI

Releyendo estas conversaciones de Mirc que tuve con Ramiro (y que por supuesto están editadas para que se entiendan mejor) me doy cuenta de que mucho de lo que decíamos, sin saberlo en ese entonces, después sería la base para nuestro rompimiento.
Ramiro nunca dejó de tardarse en ser sincero y seguro que sí le preguntan a él, les dirá que yo nunca dejé de ser egoísta. Y esa vez me dijo que no lo era, que sólo era yo mismo y que le encantaba que fuera así.
En la segunda conversación que mantengo guardada (siempre lo hago, no las primeras pero cuando ya me doy cuenta de que estas se mantendrán en el tiempo apreto "save as" y las pongo en una carpeta de logs), Ramiro enumeró cinco puntos que su amigo Artu le había dicho para sustentar una relación más de un año.
Teníamos gustos similares y él no estaba decepcionado de los chicos pero yo sí (mi primera relación había acabado mal). Al principio nos llevábamos bien en la cama pero con el tiempo, yo siento que Ramiro se fue preguntando como sería una relación con otra persona (como yo había sido el primero) y cayó en el cuarto punto: siendo lo más fiel "posible".
El primer año de nuestra relación me alcanzó el puntaje para estudiar Arquitectura en Valparaíso. Fue difícil para los dos pero lo supimos sobrellevar. A veces iba para Viña a verme. Por ejemplo, para mi cumpleaños:
"Mi super tongüi tongüi:
¿Cómo le fue en sus super clases? Espero que super requetecontra bien y que no le tome mala a las matemáticas. El profesor enojón está dispuesto a ayudarle siempre que quiera. Fue super rico salir a dibujar contigo estos días, claro, ojalá no hubiera sido tan hinchapelotas con mi super artista, pero es que se me sale lo mandón, de todas mangueras aprendí a dejarlo solo cuando tenga que hacer sus cosas y cuando quiera ayuda, ud. me dice nomás.
Tenga mucho cuidado cuando vaya a pintar y hacer sus bosquejos, sobre todo en esa plaza con esos perros tan italianos, enojones y gritones. Te quiero mucho mucho y tengo puras ganas que vivamos juntitos para que conversemos en la mañana y en la noche y no tan sólo por teléfono (que a próposito, acaba de sonar, eras tú? 10:25 AM) Ya mi tongüi, tengo que lavarme los dientes para que no me echen para abajo del bus. Esta cartita sirve como vale para un super regalo a elección, canjeable el 2° mes después que encuentre trabajo. Muy feliz cumple, ya pasaremos el resto de los cumple juntos (hasta cuando ya no queramos celebrarlos).
Tu guatón cochino y hediondo."

Me fue pésimo y no pasé el primer año. Pero como soy cabezadura, el año siguiente trabajé y estudié más heavy para la prueba de aptitud. A mitad de año, Ramiro encontró trabajo en una gran compañía y nuestra relación continuaba bien, excepto por la cama, donde no nos llevábamos porque él no quería. Yo saco cuentas y concluyo que la baja de libido empezó cuando su siquiatra le recetó unas pastillas para bajar la ansiedad por su fobia social. A mí eso me desgastó. No es que necesite de sexo todo el tiempo pero se echan de menos los abrazos, las caricias y los besos. Ese fin de año tuve que pasar obligado las fiestas con mi mamá en el sur y caí: me di de besos y casi tuve sexo con un desconocido en una fiesta. Digo "casi" porque reaccioné a tiempo y no quise seguir, a pesar de los tragos demás la neurona de la fidelidad todavía funcionaba en mi cabeza.
Quizás mi error cuando volví a Santiago fue contarle todo a Ramiro.

viernes, 26 de agosto de 2005

Nikon V

Metí la mano por su pantalón y algo se debe haber notado en mi cara porque me sorprendí, no por su tamaño, sino por su cabeza más grande de lo acostumbrado o proporcional. Ramiro me preguntó que qué me pasaba y no supe que responderle. Se rió aún más nervioso y le dije que era genial. Nos dimos otro beso y el cabro entró en más confianza curioseando con sus manos en mi cuerpo. Lo que descubrió era lo que buscaba. Lo supe más tarde cuando analicé sus gustos pornográficos y me encontré con hartas fotos de bears. Claro que bien guatones, lo que me puso inseguro porque yo no lo era tanto.
Esa noche Ramiro estaba tan nervioso que no acabó ni antes ni durante ni después que yo lo hice. Lo calmé, le dije que a veces la ansiedad de una primera vez o la costumbre de hacerlo siempre solo, impide que se entre en la confianza necesaria cuando alguien te acompaña.
Lo acompañé un rato en la cama, que era muy chica, hasta que sentí que se había dormido. En mi habitación, cuando cerré los ojos para dormir, pensé en lo tierno que había sido Ramiro. En la paciencia que debía tener con él, que estaba en otra etapa, recién cachando todo y nervioso por lo que le estaba pasando. Me dije que mil veces valía la pena hacerlo, sentí que él era The One.
Session Start: Tue Jun 30 00:38:12 1998
Oirehtuele: hola amor mío!!!!!
DeNikon: y eso? jajajaja, ahora caché
no me había dado cuenta
que cachó?
mi nombre al verre
le voy a mandar un mail, pero es medio pesado
bueno amor
me encantan sus mails
sipi
por qué me dice que me tardo en ser sincero????
y por qué dice que es egoísta???
le digo que se tarda en ser sincero porque esperó hasta HOY para decirme que sentía AYER frente a la chimenea
y le digo que soy egoísta porque no le pregunto lo que usted me pregunta
ah
no se enoje, ya?
no me enojo
usted mismo dice muy bien como soy yo, me tiene sorprendido su capacidad de descripción
pero usted no es egoísta, es simplemente usted y me encanta que lo sea
podemos hablar por fono?
basta de flores, tenía miedo que se enojara
yo no me enojo con usted
espere que termine de mandarle el mail
todavía no aparece por acá el mail
Session Close: Tue Jun 30 00:48:12 1998
Session Start: Wed Jul 01 00:50:04 1998
Orimar: perdóneme
Oirehtuele: qué le pasó amor?
te puedo llamar? ahí le cuento
puede a la 1:15?
puede?

sí, a esa hora entonces
lo estaré esperando amor mío
okey
por mientras hablamos acá?
quiere?

le cuento que pasó?
zi
no sé que chucha le pasó al compu
cada vez que marcaba para conectarme se reiniciaba
lo apagaste?
no y cada vez que volvía a marcar de nuevo se reiniciaba
hasta que me aburrí y lo apagué
ahora no hubo problema
pucha
amor mío
a veces queda un bit mal por ahí weveando
pensó que me enojé?
amor, tengo ganas que me regalonee
no, pensé que su abuela tenía tomado el fono

me voy para allá?
ziiiiiiiiiiiiiiiiip
ya, espéreme que pase un colectivo y después que encuentre micro por vespucio y estoy allá, jajajaja
le pregunté al artu como había hecho para durar un año
y? que le answered him?
la sole está durmiendo abajo, así que igual podría alojarlo si no fuera tan tarde
me dio cinco puntos
wait
okey
1 tener gustos similares
2 estar decepcionado de los chicos
3 llevarse bien en la cama
4 ser lo más fiel posible
5 dejar un poco de lado a los amigos
no creo que funcionará eso para nosotros o sí?
somos muy distintos amor?
1, 3, 4 son puntos que tenemos a favor
sí, el dos y el cuatro son cosas personales de ellos, creo
estamos decepcionados de los chicos? no hemos dejado de lado a los amigos porque no tenemos
somos fieles, pero eso de "lo más posible", nada que ver
amor, me voy a desconectar para acostarme y sacarme los lentes, llámeme a las una y cuarto ya?
okey
un beso, hasta más rato
te quiero mucho, mucho más de lo que te imaginas
un besito
un besote!!!!!

Session Close: Wed Jul 01 01:01:59 1998
Session Start: Fri Jul 03 01:03:37 1998
Oirehtuele: hola amor mío!!!!
Orimar: hola mi rey
lo llamo?
cómo tá mi gordito?
recién comido estoy y sentado
espéreme un momento
okey
tá muy cansadito?
qué cuenta?
no, no tanto
y usté?
me puse a hacer abdominales
medio doblado estoy
mejor hablemos por fono

jajajjja
y pa qué se puso a hacer abdominales?
lo llamo ahora?
para que mi amor no me diga guata de pan y le siga gustando
weno
muac

okey, chaito
se fue ya?
Session Close: Fri Jul 03 01:10:59 1998

Con el tiempo, Ramiro se fue quedando en casa cada vez más fines de semana. Mi abuela no ponía problemas porque Nikon me ayudaba mucho para estudiar Matemáticas para la PAA. Desechando Periodismo, una vez más por los malos augurios de mi tío Juan que es periodista en un diario popular, mis opciones se acercaban cada día más a las de Ramiro y estaba renaciendo en mí mi gusto de la infancia por dibujar casas. Arquitectura fue ganando más terreno envalentonado por lo bien que me estaba yendo en los ensayos de la prueba y por el apoyo de Ramiro que sentía sería para siempre. A veces es malo pensar en que el apoyo existirá para siempre. Es mejor mantener el camino propio sabiendo que el camino auxiliar se pude alejar.

jueves, 25 de agosto de 2005

Nikon IV

Ramiro estaba super nervioso. Después del beso apenas pudo pronunciar que bajáramos a jugar pool. Partida que obviamente gané. Entre cada pausa aprovechábamos de darnos besos y abrazarnos. Es tan rico un abrazo, el calor que se traspasa, la contención, la protección, todo el afecto que se manifiesta en uno. Nos sentíamos tan cómodos, sin miedo a que alguien nos viera. Mi abuela estaba en su pieza, lejos.
Al rato mi abuela preguntó desde la terraza de abajo si comeríamos algo. Nos dio un poco de susto escucharla, pensamos que nos había visto, pero después cachamos que era imposible ver algo desde ahí.
En la cena, la güelimalia no pudo dejar de preguntarle de todo a Ramiro. Lo único que faltó fue que le pidiera el rut para averiguar si estaba en Dicom. Bueno, así son las abuelas. Pero Ramiro salió del paso de todas las interrogantes muy bien. De hecho, mi abuela después me comentó que se parecía al papá de mis primos, su yerno regalón. Y en verdad se parecían. La forma de hablar muy correcta y ponderada, la asertividad y empatía, eran calcadas al tío Mariolino. Y bueno, los ojos verdes de Ramiro cautivan a cualquiera, sobre todo a mi güeli que se fija en esas cosas y en la piel blanca.
Cuando nos preguntabamos con Ramiro en que pieza dormiría él, mi abuela aconsejó la opción que más nos favorecía. ¿Sabría mi abuela algo? ¿Lo hizo a propósito? En la casa grande hay cuatro piezas. Dos dan a la calle y están comunicadas entre sí y con la cocina. Mi abuela dormía en la pieza más lejana a la cocina. En la parte posterior hay un baño, un living, una pieza donde dormía yo y otro baño que comunica con la cuarta pieza. Por lo tanto, Ramiro quedó separado de mí sólo por un baño.
Después de ver tele con mi abuela en el living cada uno se fue a acostar. Con mi abuela lejos, al otro extremo de la casa y nosotros en pijama no faltó mucho rato para que nos pusiéramos a regalonear. Primero de pie, nos abrazamos y besamos. Fue inevitable que se produjeran algunas reacciones físicas que a Ramiro lo avergonzaron mucho. Yo trataba de calmarlo diciéndole que no se preocupara, que era algo natural, que bla bla blá.
Ufff, pero pucha que es rico saber que uno también excita al otro y sentir, mientras abraza cada vez más fuerte, la rigidez del pene que rosa el cuerpo propio. Es una de las sensaciones más placenteras que se experimentan cuando uno está conociendo a otro hombre.
Y de los besos y abrazos me fui a las manos. Le saqué la polera y partí por su cara, donde sus ojos verdes achinados me miraban nerviosos, seguí por su cuello y nuca erizándole la piel, bajé por la espalda haciéndole un corto masaje, me devolví al pecho frondoso, pequeño y blanco donde me detuve un rato en sus pezones duros al máximo, luego bajé por su guatita (¿conté que Ramiro mide como 1,65? No era muy largo el trayecto de un punto a otro) y le di un beso en el ombligo. Así, como de reojo, me di cuenta que tenía un bultito un poco más abajo. Ramiro seguía con vergüenza y le di un beso en la boca para que se calmara mientras con las manos intenté introducirme por el pantalón del pijama. Se sobresaltó y le dije que si no quería podíamos ir más lento y no continuar.
Se rió nervioso y me dijo que siguiera.

miércoles, 24 de agosto de 2005

Nikon III

El correo electrónico de Ramiro decía lo mismo que yo le había escrito pero en otras palabras. Que yo le había caído muy bien, que era muy guapo, que le gustaría juntarse conmigo otra vez. Cuando hablamos por el Mirc esa noche nos dijimos lo increíble que estaba resultando todo y miles de cosas más. Siempre hay tantos asuntos de los que hablar cuándo recién estás conociendo a esa persona especial. Yo, por extraño que parezca, sentía que con él algo ocurriría. Era esa sensación que describí en un post anterior: se cree que la otra persona es la multiplicación infinitesimal de un número que da como resultado un producto parecido a saber para qué estás parado en este mundo. O creo que dije algo por el estilo.
Nos juntamos al día siguiente, a pesar de que vivíamos en extremos opuestos de la big city. No importaban la combinación de micros con metros, las horas sentados o parados entre la multitud de gente que viaja preocupada pensando en el odioso jefe, la cuenta sin pagar, la prueba difícil o la vieja culiá de matemáticas. Nosotros íbamos en otra, pensando en qué diríamos, qué NOS diríamos, en cómo suplantaríamos la falta de afecto físico con palabras susurradas cuando nos encontráramos.
Recuerdo que en nuestra segunda cita lo acompañé a buscar unas plantillas para sus zapatos, el pobre sufría de pie plano. Después él me fue a dejar en la terrible micro de las siete de la tarde a Puente Alto. Pudimos haber tomado el metro hasta La Florida y ahí esperar la combinación en bus, pero no sé por qué no lo hicimos. Y él quiso acompañarme hasta que tomara el metrobus que me dejaba en la puerta de la casa de mi abuela. Sí, yo vivía en el Cajón del Maipo y él en Las Rejas, ¿podían haber dos puntos más alejados en el mapa? ¿podía pedir un gesto mayor de su parte para darme cuenta de que le interesaba? Obvio que no. Ya lo tenía claro. Pero algo faltaba, es que ¡por la chucha! Un apretón más fuerte de manos no es suficiente, unos susurros tímidos no alcanzan, ¿un abrazo?
No, Ramiro no estaba preparado para eso. Con su mente de Buey en la astrología china y de Capricornio en la occidental se había dedicado a sacar su carrera de Ingeniería en la PUC dejando de lado todas las otras áreas de su crecimiento, postergándolas para su independencia económica. Por lo tanto, aún era casto en lo sexual, carente de habilidades sociales, siempre con el miedo a que alguien lo notara, a sobresalir y que alguien preguntara demasiado.
Él ya se había encargado de darme sus especiales gestos y era yo quien debía tomar las siguientes iniciativas. Y como quien no quiere la cosa lo invité a que el miércoles fuéramos al cine. La película él ya la había visto y yo me resistía a caer en los gustos de la multitud pro Lollywood: Titanic. A él no le importaba ver las ¿tres horas? otra vez.
Ese día, después de llorar las típicas partes lacrimógenas del film, lo invité a quedarse a dormir en casa de mi abuela el viernes. Sorprendentemente me dijo que sí. Sorprendente por los esfuerzos de Ramiro para superar sus inseguridades, porque conocería a mi abuela.
No recuerdo que le inventé a la Güelimalia (abuela Amalia). Parece que le dije que era un amigo que había conocido por otros amigos del preuniversitario y que le daba lata volverse a Las Rejas. Le mostré la parcelita: entre el camino y un cerro, está en terrazas. La primera y más cercana al tránsito de vehículos tiene la casa; en la segunda, hay un patio con manzanos, una sala de juegos con mesa de pool, una cava de vinos y la pieza con baño que ocupaba mi mamá en los veranos; en la tercera, dos paltos y otra casa construida por un hermano y una hermana de mi mamá; la cuarta, quinta y sexta terrazas están para ser sembradas y hay vides; en la séptima hay una piscina, duraznos, dos hamacas y un parrón; más arriba es terreno casi salvaje y al final un pequeño bosque de eucaliptos y almendros. (Está en venta por si hay interesados. Nadie va, sale muy caro mantenerla y mi abuela vive ahora en Santiago, más cerca de mis primos)
Por fin en el bosque, agotados por la subida y medio transpirados, no aguanté la falta de afectos y coludido con los árboles que nos protegían de miradas ajenas, le di mi primer zarpazo: lo abracé e hice debutar sus labios con un cortísimo beso entre hombres.

TITANIC - TRAILER (4:05)

domingo, 21 de agosto de 2005

Buenos Aires


Miércoles
A las 11:30 llegamos al hotel Orly ubicado en la calle Paraguay, a dos cuadras del paseo peatonal Florida. Madre consumista no quiere perder tiempo y partimos a Galerías Pacífico. Con mi hermano Ignacio nos vamos directo al patio de comidas a buscar unos sándwichs de milanesa. Las papas fritas que los acompañan están demasiado aceitosas.
Caminamos por Florida y luego vamos a Retiro donde tomamos un tren a Tigre. Luego de una hora de traqueteo en el que vemos a lo lejos los barrios de San Isidro y Olivos llegamos al famoso delta. Nos comemos unos exquisitos helados y a las cuatro de la tarde nos subimos a un catamarán para recorrer el río Sarmiento. Con sueño por habernos levantado a las 5 de la mañana para tomar el avión en Santiago, nos resultan tediosas las constantes detenciones para dejar a pasajeros en sus casas. El catamarán resulta ser una especie de bus flotante de los lugareños. Nos llama la atención una estructura cúbica de vidrio con una pequeña casa dentro, resulta ser la casa-museo de Sarmiento. Suponemos que los vidrios que la rodean son para protegerla del paso del tiempo. Nos bajamos en el restaurante Aku aku donde tomamos once. El entorno nos recuerda la laguna de Aculeo pero bien estirada con forma de río, llena de casas de veraneo con sus muelles y lanchas propias.
A las seis pasa un nuevo catamarán-taxi que nos lleva de vuelta un poco más rápido. Ya se hizo de noche cuando tomamos el tren de vuelta al centro de la ciudad. Un poco de descanso en el hotel y volvemos a salir para comer en el restaurante El Establo, en la esquina de San Martín con Paraguay. Pido 1/2 bife chorizo con guarnición de lo que parecen ser porotitos verdes y zanahorias salteadas y papas chauchas. Apenas puedo comérmelo todo y un bajativo de algo que parece licor de limón casi me rebalsa el estómago. Quiero dormir, dormir, dormir.
Jueves
9 AM: es mi cumpleaños y sólo me doy cuenta que es así en la ducha. No digo nada, quiero saber cuánto tiempo les toma a Madre y Hermano recordar saludarme. Tomamos desayuno con mil facturas (medialunas dulces), tutti frutti y jugo de pomelo. Hermana se supone que llega al mediodía por lo que tenemos tiempo para hacer algo corto y volver a esperarla al hotel. Yo busco en la guía de teléfonos las direcciones de ópticas para comprarme lentes de contacto. (Los anteriores iban a cumplir sus dos años útiles pero no alcanzaron a hacerlo porque en marzo me asaltaron, golpearon y pegaron patadas entre cuatro en el suelo a la salida de Pagano. Uno de los lentes voló y no me di cuenta hasta que volví casi arrastrándome al castillo) Supuse que existiría una calle con mayor concentración de ópticas y me decido por Rivadavia porque a la altura del 7000 existían hartas. Camino por Florida hasta esa calle y me doy cuenta que la calle casi empieza ahí. Sigo por ella creyendo que no me costaría mucho encontrar un par de tiendas para mi objetivo pero ya en el 3000 desisto y subo por Puyrredón. Poco antes de llegar a Corrientes me encuentro con los primeros piqueteros de mi vida. Son unos pocos, pero detienen el paso de los vehículos y silenciosamente despliegan sus carteles. Como la mayoría de los transeúntes, sigo mi camino. Antes de llegar a la famosa, por lo ancha, avenida 9 de Julio, encuentro una galería llena de ópticas. En la primera que pregunto me dicen que pueden hacerme por 180 pesos (unas $36 lucas) la mejor marca de lentes de contacto. El problema es que no aceptan tarjeta visa y todo me suena medio trucho así es que les digo que intentaré conseguir efectivo y me voy. Luego de conocer el obelisco sigo mi camino al hotel donde recordaron que es mi cumpleaños y me saludan.
Ya es la una de la tarde y Madre está preocupada porque mi hermana no llega del aeropuerto. Llamamos a Santiago y nos dicen que el avión se atrasó por "mantenimiento". Como a las 3 de la tarde aparece hermana y nos vamos a la calle Santa Fé. Almorzamos en un restaurante al lado de la librería más grande que he visto en mi vida: Ateneo. La comida estuvo cara y el pescado que me recomendó la camarera estuvo asqueroso. La salsa vasca apenas podía ocultar su hediondez. Dicen que nunca hay que confiar de los pescados con salsa porque es una táctica muy usada por los chefs para esconder los días de más que tiene el pez fuera del agua.
En Ateneo pasamos toda la tarde viendo los libros que siempre he querido leer pero que jamás podría pagar. Pregunto por alguno del fotógrafo argentino Sebastián Freire y no lo tienen pero me recomiendan a Andres Serrano, quien tiene unas fotos espectaculares, entre bizarras y pornográficas. Madre me dice que elija un libro y me voy a la segura con el más reciente que tienen de uno de mis escritores favoritos, David Leavitt: "Martin Bauman", año 2000, editorial Anagrama, 455 págs., $58 (unas $12 lucas). El precio no es nada comparado con las lucas que gastó madre en el montón de libros que compró, que le habrían salido el doble en Santiago y el triple en el sur, si es que los encontraba allá. También compramos con mi hermana el dvd de la película argentina "Roma" para regalárselo a mi tío Juan. Yo no he visto esa película, pero si es de Adolfo Aristarain no dudo de que sea muy buena, tanto como "Martín Hache" o "Un lugar del mundo" que me fascinaron.
Por ahí cerca encontré una óptica con mejor reputaciÃón y me ofrecieron unos Bausch & Lomb a $180 también. Me gustó la idea y Marta, la oftalmóloga me midió la curva y, como ya era tarde, quedamos en que al otro día en la mañana cerraríamos trato si habían lentes disponibles para mis ojos.
Luego fuimos a tomar un té a Sentirte en la calle Riobamba. Disfruté un muy especial brebaje que denominan "Patagónico", un poco para recordar las tierras donde me crié en el día de mi cumpleaños. Salimos corriendo y tomamos un taxi porque debíamos juntarnos con mi primo Giorgio, que estudia Cine y está por un año de intercambio en la UBA. Pero olvidamos una de las bolsas con libros, justo una de las más caras porque tenía dos tomos de una especie de enciclopedia de arte del siglo XX. Por suerte la echamos de menos pronto, porque cuando volvimos a la mesa -sorprendentemente- aún estaba bajo una de las sillas. Al parecer, los argentinos pueden estar mal económicamente, pero conservan íntegra su honestidad.
Cuando Giorgio llegó al hotel aún teníamos tiempo para comer algo antes de ir al cine. Pasamos al Roma del paseo peatonal Lavalle y nos comimos una pizza que estaba mas o menos. Fue el único local cercano al cine KM 0 que nos tincó.
Vimos "Viaje hacia el mar", una muy buena road movie uruguaya por sólo $4 c/u (unas $8 gambas). Después fuimos a la Confitería Ideal, un local que de noche funciona como tanguería. Nos entretuvimos viendo como los viejos y jóvenes bailaban el tango más auténtico que pudimos observar. Me pregunté lo que habría pasado si algún osado bailarín me hubiese invitado a la pista. Pero no, no vimos dos hombres bailando, me imagino que quizás sí existen tanguerías gays. Volvimos al hotel muertos de cansados pero igual leí un par de hojas de Leavitt antes de rendirme a Morfeo y sus brazos, su pene y todo lo demás (claro que sólo en el sueño).
Viernes
Me levanté temprano para ir a la óptica y Marta me tenía la buena noticia de que tendría mis lentes en la tarde. Cerramos el trato. Después fui a comprar entradas para el más reciente show de Les Luthiers pero no quedaban para la noche, sólo para el sábado. Me encontré con la family en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada. Habían campamentos de piqueteros y un olor a campo y asados.
Tomamos el subte (metro) y nos bajamos en la estación San Juan en Santelmo. Recorrimos los anticuarios. Almorzamos en el restaurante Rara, mis hermanos unos sorrentinos que me hicieron arrepentirme de haber pedido unas chuletas de cerdo. Concordamos en que fuera a sacar entradas para Les Luthiers, que no podíamos dejar de verlos. Tomé mi primer bus bonaerense y en el Rex hice una fila larguísima para descubrir en boletería que ya se habían agotado todas las entradas del findesemana. Volví a Santelmo y en la plaza Dorrego me encontré con mi family. Tomamos un taxi para Caminito, nos sacamos las típicas fotos creyéndonos bailarines de tango.
Volvimos al hotel para tratar de ubicar a Giorgio y decirle que no teníamos entradas a Les Luthiers. Madre, Hermana y Hermano fueron al cine a ver "Un Buda" y yo partí a buscar mis lentes nuevos. Tuve tiempo para eso y estar un rato en un ciber, donde revisé mi correo y cambié mi país en gaydar por Argentina y me metí a su chat para preguntar por discos gays de la ciudad. Me nombraron Sub y Palacio Buenos Aires. A pesar de que me hablaron dos torsos guapísimos (no ponían foto de cara) no conocí a nadie que quisiera acompañarme a bailar. Volví al cine porque con Hermano iríamos a ver Sin City en otro cine y Madre con Hermana se quedarían para ver un documental llamado "Pepe Núñez, luthier". Llegué antes y me di una vuelta por Corrientes.
Gran sorpresa gran, me encontré con mi ex, su pareja y alguien que podría ser perfectamente Cabro Chico Hueco. Quedamos de juntarnos a medianoche para conocer la disco gay porteña.
Fui con Hermano a ver Sin City y quedamos salpicados de sangre. Tomamos un taxi al salón de té La Biela en Recoleta donde nos encontramos con Madre y Hermana. Fuimos a cenar a "Locos por el fútbol", pedí un matambrito con salsa barbacoa y papas fritas. Estaba espectacular. Como a las doce y media me despedí de family para encontrarme en Corrientes con Alex (ex primer novio), su pareja y CCHH. Fuimos a encontrarnos con Gaby, amiga lesbi argentina, en el boliche "Sitges" a casi $10 en taxi en calle Córdoba. Cientos de argentinos guapos, una gancia y miles de miradas. Como a las una y media fuimos a Palacio Buenos Aires, la disco gay más grande que he visto en mi vida: 4 pisos (dos habilitados) y un ambiente Queer as folk de chicos con torso desnudo, canilla libre (barra libre). Bailamos hasta las cinco, casi borracho perdí a mis amigos y borracho entero me perdí yo metiéndome a los baños a perder mi dignidad. Pero tanto no, porque no pasó nada más fuerte que el voyeurismo exhibicionismo que me da con mucho alcohol.
A las siete, un poco mas sobrio, tomé un taxi al hotel. Traté de no despertar a nadie, me duché post paja pensando en todo lo visto.
Sábado
Desayuno a las 10 y media. Paseo por Palermo Soho y a las 4 nos juntamos con Giorgio en la plaza de Recoleta, vimos unos bailarines de tango casi acrobático, almorzamos en un restorán que extrañamente tenía mucho pan y tres salsas (chimichurri, verde, y tomate-cebolla) para picotear. Comí un costillar de brontosaurio y me fui solo a ver "Un Buda" porque a todos les había gustado mucho el día anterior. Música de Pedro Aznar, dos hermanos huérfanos de la dictadura siguen caminos distintos y se reencuentran con el budismo. Suena raro, pero la historia es genial, ojalá llegue a Chile.
Volví al hotel y de algo sirvió el paraguas que llevé porque se largó a llover. Rematamos en la Galería Pacífico tomándonos un fabuloso helado en el Freddo. Volvimos a dormir al hotel y muy temprano hoy domingo nos vinimos a Chile.




SIN CITY - TRAILER DE 6:23

lunes, 15 de agosto de 2005

We are family

Maldita sea. Tenía listo este post y hubo un apagón en mi pasaje. Justo cuando iba a clickear en "publish post", zas que se corta la luz y yo no tenía ni un "draft" siquiera. I hate black outs.
Era más o menos así:
Por fin se fueron. Me agotaron. Se suponía que venían mis abuelos ayer. Ok. Llamada de celular a las nueve de la mañana, "vamos en camino". Aseo a full del castillo. Nuevo ring, "estamos en la puerta". "¡Sorpresa!" Hermano chico y madre vinieron del sur por mi cambio de folio del jueves.
Yo quería cumplir mis 30 años tranquilamente y mantener el bajo perfil, pero ufff, pasar una semana con mi madre y mi hermano todo el día alrededor era mucho. Mi hermano bien pero sapeando en mi computador. Y mi mamá, ella es simplemente too bossy. Igual que mi abuela, nacieron para mandar. Bueno, es algo de familia, abuelo fue capitán de marina mercante y cuando jubiló reemplazó los 200 marineros por su familia para seguir dando órdenes.
Son contadas con los dientes bien apretados (contadas con los dientes, no con los dedos de la mano) las ocasiones en que se producen estas reuniones familiares, siempre bien regadas con camión aljibe de vino merló Misiones de Rengo, y la centollita traída del sur. Como no, también es necesaria la recarga protéica de un cargamento de carne asada.
Y en eso estabamos cuando saltan con la otra sorpresa: mi mamá quería regalarme un viaje a la capital cultural de Latinoamérica, Santa María de los Buenos Aires. Claro que con yapa, ella y mi hermano chico también iban. Y como a caballo regalado no se le miran los incisivos superiores, dije que obvio que sí, como no tenía la fortuna de conocer esa babel sólo imaginada.
Hace unas horas se fueron a Santiago, yo parto mañana, y el miércoles en el primer vuelo salimos rumbo a Ezeiza. Quizás el jueves se nos une hermana y el domingo regresamos.
¿De qué me quejo? Sólo de que no podré gozar de unas salidas por la noche rosa si no consigo una excusa. Quizás, ¿el llamado de un bloguer argentino que me lea y quiera mostrarme las bondades de una sociedad con unión civil homosexual?
Sería genial tener mi primer blogueramigo internacional.

domingo, 14 de agosto de 2005

Nikon II

La cita después de tres días era inevitable y necesaria por ambas partes. Luego de varias conversaciones por el mirc, aún no existía MSN o quizás sí pero no lo sabíamos el 98, concordamos en que ya era hora de que nos conocieramos en vivo. El plural de "conocer" es un decir porque yo era el más ansioso, siempre soy yo el más ansioso. Esa urgencia por dejar el chat que odio porque no permite sentir, sobre todo oler, el sentido que más me gusta. Debe ser porque soy sordo de un oído (el derecho, mío, por favor conversarme por ese lado) lo que ha provocado que mis otros sentidos se agudicen al máximo. Trae ciertos problemas, no lo niego, porque cuando algo huele mal es imposible que me guste. Sea esto un piure o una relación de pareja, mi nariz me alerta de lo que no debo comer (en ambos casos). Tiempo después Ramiro me dijo que el había sido perro en otra vida, no sólo por el olfato sino también porque siempre se ha sentido como el mejor amigo de un hombre.
En los tiempos que tener celular era mucho más mal visto que hoy y también más caro, se corrían riesgos mayores en las citas a ciegas. Si el otro no llegaba, tenías que devolverte y esperar un llamado de disculpas al teléfono fijo, si es que se dignaban a tener buena educación. Con el corazón engarrotado entonces, debí esperarlo a que saliera de clases en la estación de metro San Joaquín. Pasaban los minutos y no llegaba. Cuando ya estaban por cumplirse los treinta minutos, plazo razonable para esperar a un chileno, apareció con su ojos verdes muy sonriente.
-Perdóname, no tenía como avisarte que el tipo de las fotocopias se demoraba demasiado en sacar unos papers sobre "Circuitos"que necesito urgente.
-No te preocupes, sólo faltaban tres minutos para que me fuera ( y el cortocircuito ya me lo provocaste con esos ojitos verdes achinados y esa sonrisa de disculpas, quise agregar).
Pero mi lacónica frase no fue la tónica del encuentro, dentro del metro hubo otras manifestaciones más cariñosas de mi parte como cuando le di unos palmotazos en la espalda expresándole la alegría de haberlo conocido. Más tarde me explicaría que eso lo había hecho sentir muy nervioso. Un gesto tan común de camaredería masculina (por no decir de machos alfa o algo por el estilo) era algo a lo que no estaba acostumbrado. Hay que tener en cuenta que fui su primera pareja y además el segundo hombre-que-le-gustan-los-hombres que conocía. No sólo le provoqué nervios porque sentía algo por mí sino también porque le daba muchísimo miedo que alguien más en el metro notara lo que él sentía.
Luego de intentar decir algunas frases inteligentes en la exposición del pintor Sorolla en la galería de la Telefónica, sólo nos quedaban unos pocos minutos juntos. Mi combinación del metro con el bus a la casa de mi abuela en el campo era hasta cierta hora, por lo que decidimos comer algo rápido. Era la excusa para sentarnos a conversar y conocernos un poco más en una dinámica frente a frente.
El lugar elejido fue el más acorde a nuestras economías de la epóca, un asqueroso Kentucky Fried Chicken. La conversación fluyó como fluyen las conversaciones con alguien que conoces de mucho tiempo, incluso más, tal vez una vida pasada.
No nos dimos cuenta cómo pasó la hora y cúal cenicienta debía irme para poder dormir bajo techo. Luego de un un gesto ultra hiper super amable de Ramiro que quiso ir a dejarme a la última estación (el vivía casi en el otro extremo) y despedirme en el bus, sentí que me separaba de alguien demasiado especial, la mezcla perfecta de lo que me gusta ver, oir, tocar, oler y saborear (evitar comentarios del último verbo, por favor). Sentí que me separaba de alguien que me acompañaría el resto de mi vida. Sé que fue prematuro, pero lo sentí, ¿ok?
Apenas volví al campo tuve unos deseos incontenibles de escribirle un e-mail contándole todo lo que había experimentado al conocerlo y que lo quería más que antes. Y que quería hablar con él por el mirc, que se conectara apenas recibiera mi mensaje.
No alcancé a clickear el botón de "send". Cuando me dispuse a hacerlo me di cuenta que había recibido un mensaje de él. "Filo, no creo que no haya sentido lo mismo que yo" y envié la mía sin leer la suya antes...
PS El cuadro de la foto no estaba en la exposición pero acabo de darme cuenta con Google que es de Sorolla. La reproducción de éste me acompaño toda la infancia colgado en las paredes de mi habitación. Cada vez que lo miraba me preguntaba por qué los niños estaban desnudos. Yo quería estar ahí.

viernes, 12 de agosto de 2005

Sudoku

Para mayor información, ver blog de Barro (si no se ve mucho, te lo envío al mail).

miércoles, 10 de agosto de 2005

Nikon I

Mi fobia por los chats gays es bastante ilógica si me pongo a pensar en que la única persona que he amado en mi vida lo conocí en uno de ellos, específicamente el Mirc. Creo que aún existe ese programa pero no lo he usado en mil años, bueno, no tantos, ¿quizás unos 6?. Es un poco complicado: hay que bajar el programa, después configurar unos puertos y entrar en una sala que exista.
Gaychile, Chilegay, ya no me acuerdo dónde nos conocimos con Ramiro pero fue a mediados del 98. Yo estaba en un obligado año sabático luego de reestructurar mi vida y dejar de estudiar Literatura. Iba en tercer año, me llevaba a las patadas y el combo con Latín I que me lo había echado dos veces y odiaba tener que pasar por Latín II. Pero no fue sólo esa lengua muerta la que me hizo desistir, tampoco me veía como Licenciado en Lengua y Literatura Hispánica haciendo clases o investigando comparativamente a Arlt y su juguete rabioso frente a Mishima con sus confesiones de una máscara, si es que se puede comparar eso.
¿Para dónde iba? No lo tenía claro. El insistente consejo de un tío periodista para que no estudiara lo mismo que él, me hacía dudar de ser reportero quejumbroso y sobrexplotado por Copesa o el Merculo. ¿Quizás Sociología y ser otro opinólogo de mi entorno?
Who knows, la cuestión es que vivía en el campo con mi abuela pero cerca de una gran comuna de Santiago y claro, con 22 años -casi 23- no podía ser tan patudo de pedirle plata a la agüeli, debía trabajar. Pizza Hut, part-time, pregúntenme lo que sea de pizzas: masa delgada, handy, hut cheese.
Entre pizza y pizza, a la casa de la abuela Amalia y el chat. Que época más gordo tuve. Me comía el queso plástico con salsa caesar o la otra, que no recuerdo el nombre, escondido en el cuarto frío. El año anterior había terminado una relación de dos años de manera escandalosa y con mi ego por el suelo, no quedaba otra que llenarlo con grasa.
En una de esas noches heladas del campo precordillerano, con una mano fría tecleando en el chat y en la otra un pan con ajo, apareció un tal Nikon y hablamos. Lo primero que pensé: un fotógrafo, obvio. Pero no, sólo le gustaba la fotografía y era un estudiante de último año de Ingeniería Civil Industrial en la Ponticuica. Nada más alejado de mí, un ex humanista de la Universidad de Chile.

martes, 9 de agosto de 2005

Messenger

Odio el Messenger y los chats, peor si es uno gay .
No niego que de repente son útiles si necesitas decirle algo muy importante y urgente a un amigo, compañero de trabajo o de estudios. Por ejemplo "¿hay clases mañana?", "¿para la prueba entra el paper sobre el calcetín perseguido por la hediondez?" o "¡que hot está el estudiante en práctica!".
Pero eso de mantener una conversación coherente con diez personas al mismo tiempo no me parece. Por lo menos yo no puedo, debe ser por lo mismo que no masco chicle y camino a la vez. La verdad la verdad, prefiero conversar con una sola persona y prestarle toda mi atención y me molesta tener que disputar la de mi interlocutor. Está bien, quizás no soy muy entretenido o mi conexión de internet es lenta y no puedo mantener veinte ventanitas abiertas, pero ¿quién puede ser coherente si en una de ellas hablas con tu primo de Timbuctú, en otra tienes a tu madre preguntándote si pagaste la luz y el agua y en una tercera al posible novio esperando un cuchi cuchi?
Otro tema es el chat gay de páginas como
Gay Chile o Santiago Gay . La mayoría de sus participantes sólo busca un compañero sexual de one night o ni siquiera eso, uno de un hour fuck. Los detesto con las mismas preguntas de siempre: hola, de dónde, edad, activo-pasivo-moderno, cuánto mides (peor cúando no es precisamente la altura la que interesa). Y todo sin acentuaciones o signos de interrogación, directo al grano (¿o debería decir pico?) para ir a acostarse. También me dan risa los nicks que usan. No puede ser un simple nombre con su edad, debe ser tan explícito como Pichulón23cms, Pasivohot, Tríocalifa o algo por el estilo. Si tienes webcam tienes que poner el sufijo Cam, si vives en Las Condes, LC . De esta manera se pueden ver apodos tan incomprensibles como 2x1ActGCUinLFCam lo que significaría que son dos tipos activos buscando una persona como ellos (Gente Como Uno) en La Florida y usando una webcam.
Pero bueno, allá ellos, el chatgay es para eso y quizás soy yo el estúpido que intenta conocer a alguien relativamente en control de sus impulsos sexuales en el lugar equivocado.

domingo, 7 de agosto de 2005

Voikot


Y así, de improviso y sin planearlo mucho, se produjo mi primer encuentro con un bloguer. Y no cualquier bloguer sino que el creador de Cabro Chico Hueco (Marca registrada. Todos lo derechos reservados son de él): el inconfundible e incomparable Voikot . No me envidien sus admiradores, por favor.
Well, lo primero fue su comment contándome que venía a la Quinta Región a firmar autógrafos para sus fans porteños y dándome magnánimamente (broma, creo que en su perfil publica su correo) la dirección de su e-mail para que lo contactara y ver si nos juntábamos.
Ofcorz que apenas recibí tan maravilloso panorama me apuré en responderle con
mi casilla dispuesta para tales efectos bloguerianos (paso el aviso desesperado de soltero). Digo "maravilloso panorama" no en tono irónico sino de verdad, porque yo cacho que siempre va a ser algo fantástico conocer a alguien que encuentro genial como escribe.
En la epístola le di mi celular y apenas tuvo tiempo para su fan llamó. ¿Desde dónde? Claro, desde el mall Marina Arauco. Pero ojo ojo ojo, eso era sólo una coincidencia con su personaje porque Voikot está muy lejos de parecerse a ese chico superficial y consumista que creó. Aunque bueno, quién soy yo para decir eso, si sólo conversamos en promedio y quitando los silencios (no incómodos, por cierto) unas ¿4 horas? Pero tengo la intuición de que no es así.
No tuve temor de ser tal cúal soy con él porque antes lo había hecho rejurar de que CCHH no emitiría ninguna opinión de mí y que sólo podría hacerlo su creador. Por lo tanto, después de darnos nuestros datos reales (nombres, edades, ciudades de orígen, su trabajo, mis estudios, etc.), hablamos de casi todo lo que se nos ocurrió.
Es un chico tierno y enamoradísimo de su novio (su novio perfecto le digo yo), más alto de lo que me imaginaba y super agradable. Eso es lo otro, lo raro que puede ser imaginarse a la persona detrás de la pantalla y después verlo en vivo y en directo. Comentamos eso también. A mí, como a muchos, se me confundían un poco el creador y el personaje. Tenía un poco de prejuicio de encontrarme con un cabro chico hueco (Trademark) que llegara con esas poleritas apretadas y algunos visos en el pelo a lo Nelson Mauri. Y él, jajaja, pensaba que yo era un treintón panzón con barba y medio carreteado. ¿Estaremos haciendo algo mal para que se piense que somos de cierta manera? Al parecer no escribimos tan bien o no leemos tan bien como deberíamos.
Debo decir que a Voiki su pololo lo tiene medio amarrado a la pata de su cama. No vayan a pensar mal, sólo lo digo porque llevan una vida bastante casera y a Novio no le gusta mucho salir. Así es que Voiki no se aguantó las ganas de conocer
Pagano. Como era muy temprano, hicimos hora en mi castillo y aproveché de enseñarle a hacer los links. Obvio, quizás así me chorrea un par de admiradores (que insisto -el weón desesperado, que atroh- pueden enviarme correos aquí).
En Pagano me di cuenta que no sólo en blogs tiene sus interesados Voiki porque cada conocido que me encontraba me preguntaba si mi acompañante era mi pololo, a lo que debía refutar que no, que es un amigo y que tiene su pareja, que es de Santiago pero vino solo y bla bla blá. Aunque si lo tomo de otra manera, quizás esos conocidos lo preguntaban por mí, who knows. También comentamos lo sobrevalorada que está la lujuria y cartel de antro de perdición que tiene el boliche. Ambos concordamos que es un lugar con buena música, caluroso y con buenos especímenes del género humano pero tan normal como cualquier otro local gay o gay friendly. Lo pasamos la raja bailando las canciones que muy bien comenta Remus, onda Rafaella Carrá. Son geniales!
Otro encuentro del día, no muy agradable por lo que ocurriría después, fue Pancho (si no se acuerdan, es el chicoaltogreeneyeshueveado que aquí cuento cómo lo conocí, cómo transcurrió, cómo lo hicimos y cómo murió todo) que insistió en sus preguntas hasta agotarme y cuando ya nos volvimos al castillo con Voiki me llamó tres veces al celular para preguntarme si podía y después casi súplicarme porque quería venir sí o sí. Tuve que apagar el móvil (como diría CCHH). ¿Qué se habrá imaginado? ¿Acaso cree que de nuevo voy a caer? Pongámonnos en el caso que Voiki está soltero, lo estoy conociendo y aparece este gil haciendo atados y llamando a las 5 de la mañana. O sea, ¿cada vez que ahora me vea con alguien le van a bajar las ganas de estar conmigo?. Yo le expliqué claramente que Voiki sólo era un amigo de Santiago que se quedaba en mi casa porque a esa hora era mejor que se fuera conmigo y porque mi casa era lo que le quedaba más cerca. Aparentemente no me creyó. Pero se supone que el gil terminó conmigo y yo puedo tirarme a quién yo quiera. Am I right? Yeaaaahhhh me responde el público y me respondió anoche el pobre de Voiki que no podía dormir por el ring del cel.
En fin, sumando y restando, igual fue un buen fin de semana porque creo que gané un amigui. Y ya lo tengo condenado compadre a venir la próxima vez con Novio y aunque sea arrastrando lo llevamos a bailar, ¿oka?

viernes, 5 de agosto de 2005

World Wide Web

Paseándome por páginas de bloguers, en uno de ellos, no me acuerdo en cuál, me di cuenta que existían los contadores y las estadísticas de visitas. Como soy curioso, me inscribí en uno de esos sistemas pensando que me iba a arrojar miles de intimidades de mis visitantes, como, por ejemplo, en qué otras páginas ingresaban (supuse pornografía porque yo soy muy cochinillo). Pero nada de eso hay, sólo te informan desde que número ip y compañía de telefonía se conectan, la página vista antes de entrar en la de uno, de qué país son, qué browser y resolución de pantalla usan, etc.
Igual me llevé hartas sorpresas al descubrir que no sólo de Chile me han leído. Cualquiera pensaría que por los comments que dejo en otros blogs, recibiría sólo visitas de sus dueños, pero no, resulta que también desde países tan extraños como Turquía, Korea o Hong Kong se han interesado por este casto y puto. ¿Cómo llegaron a mí? Ni idea. Una de las personas antes de ver mi página había visto la de un bloguer interesado en las plantas y flores (no sé si es su página u otra más de las que visitó antes de ver la mía). Del turco no entendí nada de lo que decía en su web porque está en otro idioma, supongo que en ídem.
Con este sistema también me enteré que alguien ya me hizo un link en su página de Argentina, lo que (si ahora me está leyendo) se lo agradezco mucho porque, obviamente (por mi ego), me encanta y además tengo la posibilidad de recibir muchas más visitas. Su página la ves
aquí. Creo que así le devuelvo la mano. De paso me gustaría linkear desde mi página a algunos blogs que visito pero aún no me atrevo. Yo creo que debería preguntarles primero, ¿no? Quizás alguien más informado de las normas bloguerianas me puede dejar un comment para ver si es correcto hacerlo.
Mi visita ilustre de la semana, hasta ahora, es alguien que se conectó desde el Ministerio de Educación. No creo que sea el ministro Sergio Bitar, precisamente, pero quién sabe si en unos años más soy lectura obligatoria para alumnos de Cuarto Medio.
También esta semana me enteré de los
mapas satelitales de Google y descubrí el departamento de mi abuela y la casa de mis primos en Santiago. Es aterrador pensar que desde un satélite pueden ver como te bañas en la piscina de tus familiares. Lástima que aún no tienen a Valparaíso porque me hubiese gustado poner una foto -tomada desde 100 metros arriba- con mi castillo y yo asomándome desde la terraza.

jueves, 4 de agosto de 2005

Dual carriageway

Entonces yo le dije que no, porque no es posible que las ruedas sean cuadradas, y él insistía que sí, que la lluvia no moja. Así que lo mandé a la cresta, porque a estas alturas de mi vida no estoy para asentirle en todo a cualquier persona y calabaza calabaza no más, cada uno se fue para su casa y hacía tres semanas que no sabía nada de él. Pero anoche, anoche my friend, él me llamó. Sí, te lo juro y yo estaba justo con mi papá de visita en la casa. Había venido del sur a hacer unos trámites y se estaba quedando en la pieza de visitas, y yo estaba conversando con él y haciéndole comida. Porque tu sabes como es mi papá, no puede hacer ni tostadas porque provoca incendios, así que ahí estaba yo, preparando una paella, de las congeladas. Claro, son lo mejor que hay. Tu la sacas de la bolsa en que viene y se pone a freír y en siete minutitos ya está lista. Pero claro, yo estaba justo en esos siete minutitos con la tontera y mi papá metido en la cocina conversándome y estorbando porque para eso es lo único que sirve un papá en la cocina, cuando el Pedro me llama. Típico y yo dele revolviendo la tontera y el Pedro diciéndome que nos juntáramos en una hora porque tenía algo que contarme muy importante. Claro, si siempre él tiene algo importante que decirme cuando yo estoy haciendo una paella con mi papá dando vueltas. Y yo, claro que le dije que sí y a la hora toca el timbre. Por suerte ya habíamos terminado de comer y mi papá ya se había ido para su pieza a ver las noticias. Porque no hay cosa en la vida que pueda dejar de hacer que ver las noticias de la noche. Aunque no haya pasado nada en Chile y estén con puras noticias de agenda, él a las nueve de la noche se clava a ver las noticias. Siempre el mismo canal. ¿Pero de qué te estaba hablando yo? De Pedro, sí. Pedro apareció a la hora clavada en que dijo. Porque cuando se trata de venir a mi departamento él es lo más puntual del mundo pero cuando es cosa de juntarnos en la calle me deja esperando media hora y siempre tiene una excusa irrefutable. Y claro, ahí estaba en la puerta con su sonrisa que me enerva y me resulta irresistible al mismo tiempo y una barba de tres días que después supe por qué la tenía. Y lo hago pasar, tomar asiento y se larga a llorar. Que patético me dirás tú, pero a mi me pareció tan lindo y tan sincero cuando me dijo con lágrimas en los ojos que no quería pelear más conmigo o que sí, que quería hacerlo siempre. Hasta que fuéramos viejos y nos acompañáramos al médico por los achaques de la tercera edad, pero que no nos enojáramos por eso y que la lluvia sí moja y que las ruedas sí son redondas y que quería sentir la lluvia conmigo. No me digas que es cursi, pesado, porque si lo hubieras visto no dirías lo mismo. Y ser la rueda que me lleve. No, está claro, si un Neruda no es el gil, pero hace el intento. Entonces yo le dije que tenía que pensar las cosas, que mejor nos juntábamos en una semana. Después pensé que era mucho tiempo y que debería haberle dicho tres días, máximo, porque no era tanto lo que tenía que pensar, pero bueno, le dije una semana.

Me dijo que iba a pensar las cosas. Una semana dijo. No le veo cara de buen término a esto, es mucho tiempo. Mañana se cumple el plazo. No sé, no creo. Es que el Pato cuando se pone a pensar mucho termina por encontrarle más contras que pros a las cosas y se echa para atrás. En fin, vamos a ver que pasa. Pero estoy nervioso, que quieres que le haga, si me gusta el Pato, en serio. El Pato es un tipo excepcional, yo lo admiro. No sé cómo puede llevar su casa, el trabajo y hacer mil cosas a la vez. Es que él es como para comercial del Líder, en serio. Él es mi Líder, jajaja. No, hablando en serio, el Pato es el hombre preciso, el que uno quiere que sea tu amante y compañero. Pucha, que quieres que le haga, si sé que me pongo cursi. Pero ya estoy viejo, uno a esta edad como que piensa más. Se da cuenta de cuáles son las tonteras y cuáles son las cosas importantes en la vida. Uno ya se ha tropezado mil veces y sabe donde están las piedras, los hoyos. Habría que ser muy tonto para no conocer de punta a cabo el camino cuando ya has hecho mil veces el raid en tu 4x4 por esa huella desastrosa, tu me entiendes. Puede que de repente te olvides de algo pero cada vez te olvidas menos. Y el Pato es un camino conocido, no es que me haya resignado a él y tome el camino más fácil, no me entiendas mal. Lo que quiero decir es que el camino, aunque sea pedregoso, me gusta y me gustan sus baches, los ríos profundos que lo cruzan, los árboles y paisajes que puedo ver cuando lo recorro. El camino tiene sus mañas y recovecos, quizás tiene sus atajos que aún no conozco y que pueden hacer más rápido el recorrido. Yo quiero conocer esas mañas, aprender a llevarlas de la mejor manera. Quiero abrir la ventana y oler el humo de los rozes agrícolas. Ya, no seas pesado, no se puede hablar contigo, todo lo tomas para la risa. Sí, tengo que esperar.

lunes, 1 de agosto de 2005

Black & Pink


Quería escribir algo con más humor pero se murió el papá de mi mejor amigo Hernán.
Hace un buen tiempo le dio un infarto cerebral y estaba pa' la cagá, en estado vegetal. Lo tenían en la casa, con enfermera 24 horas y todo, pero más que nada para aliviar el dolor y el peso que conlleva tener a un enfermo en la casa, porque la esperanza de que se recuperara se veía difícil.
Al Herni ya lo notaba afectado desde hace un par de semanas. Tiene un hermano mayor en el sur pero tuvo que tomar él las riendas y volver a la casa de su mamá (no hacía mucho tiempo que se había ido a vivir con su pololo a Viña).
Con el Alejandro, su pareja, ya se estaban preparando para lo peor. El Ale, en ese sentido es un siete. Ser casi 15 años mayor y quizás haber pasado por estas experiencias le sirvieron mucho: juntos fueron a buscar sitio (que feo suena sitio, no encuentro un eufemismo) en un cementerio, lo ha acompañado y ayudado con las diligencias típicas, tuvieron que pagarle un pasaje de avión al hermano del sur que no tenía plata, etc.
Todos estos días he estado en contacto con el Alejandro. Cuando se agravó su "suegro" le ofrecí acompañarlo en lo que quisiera. La familia del Herni no sabe que es gay y menos que tiene una relación de dos años con un hombre mayor, entonces supuse que quizás el Ale me habría necesitado para hacerse pasar como mi amigo y no como amigo de Hernán para ir al hospital antes de que muriera o al velorio después.
Pero el Hernán prefirió que no, que mejor fuéramos al funeral mañana porque al velorio iban a ir sólo familiares. Sus amigos y compañeros de trabajo vamos a ir mañana entonces.
Me dio lata por el Herni y el Ale, que no pueden pasar por este trance como la pareja normal que son y deben enfrentar solitos un momento tan duro y sólo saludarse como si fueran conocidos en el funeral.
Hernán es dos años menor que yo, pero sus padres son personas mucho mayores que los míos y yo cacho que con un concepto más cerrado. El año pasado se murió un primo gay de él que se había ido a Nueva Zelanda, como muchos lo hacen, para vivir su homosexualidad sin darle explicaciones a nadie.
No murió por consecuencias del VIH sino de un cáncer fulminante, pero el asunto para repatriar sus restos fue heavy con la pareja de años que tenía allá. Al final se lo trajeron y de su pareja maorí nunca supimos. Es penca que después de morir la familia te dispute a la persona que más amaste y que mejor te comprendió.
También lo es que tus padres mueran sin saber como realmente eras. Pero si es que existe algo después que tus neuronas dejan de funcionar, es muy posible que el padre de Hernán lo comprenda todo y se aparezca en un sueño para decirle que todo está bien, que no hay problema, que lo habría querido como sea.

SINNEAD O'CONNOR - THANK YOU FOR HEARING ME