Cine del Mar

(Lo admito, no se me ocurrió un título creativo para esta entrada)

Hace un par de semanas fuimos al Festival Internacional de Cine de Viña del Mar. Fuimos. La araña y yo. Ahora conjugo más seguido los verbos en tercera persona plural, ¿ok?

Zuzú Angel (Brasil)
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Basada en la vida real de una diseñadora de vestuario brasileña de los años setenta -que tuvo mucho éxito en Nueva York- esta película relata la lucha de Zuzú durante la dictadura militar para que se haga justicia tras la desaparición y muerte de su hijo, miembro del movimiento estudiantil. El tono melodrámatico del film, demasiado emparentado con el estilo de las teleseries de este pais, no permite que uno se compenetre con el drama de la protagonista.

Maria Antonieta (Estados Unidos)
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La más reciente entrega de Sofia Coppola, conocida por su premiada película anterior Perdidos en Tokio, también intenta plasmar en la pantalla rectangular la vida de un personaje histórico, en este caso la mujer austriaca del último rey francés. Coppola nos pinta la imagen de una reina víctima de las circunstancias, tratando de convencer al espectador de que no era la malvada, superficial y odiada mujer que la Historia nos legó. La banda sonora, música actual y bastante fome, junto con la mirada de la directora, intentan hacernos creer que los tiempos no cambian y siempre existirán personas destinadas a sufrir las tergiversaciones y complots de su entorno cuando la realidad es otra y cada uno es dueño de su destino con la toma de decisiones. Sin embargo, la actuación de Kirsten Dunst es sublime y magistral, obteniendo la empatía del público que Coppola quería lograr.

Sólo Dios sabe (Brasil-México)
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Dolores (Alice Braga) conoce en Tijuana a Damián (Diego Luna, "¿Y tu mamá también?"). Sus vidas se cruzan en un camino de amor, fe y fatalidad. Lo que empieza como una muy buena road movie en la primera parte del film, termina en una agobiante y estúpida teleserie mexicano-brasileña sobre religión, paganismo y ética en la otra mitad.

Rosa La China (Chile-Portugal-Francia-Cuba)

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Jamás había visto una película de Valeria Sarmiento. Espero no ver nunca otra. En la Cuba pre-Fidel de drogas, prostitución y mafias (ehmm, parece que da lo mismo decir "pre-Fidel"), Rosa es la preferida del cafiche pero tiene un amante que no vale un peso. Intrigas, pasiones y venganzas son contadas como si fuera un radioteatro sin lograr nunca un objetivo claro con este recurso. Las actuaciones exageradas no son demasiado exageradas y la historia simple se pierde con tanto adorno y laxitud. Un mal drama con preciosa fotografía.

Little Miss Sunshine (Estados Unidos)
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Olive, una pequeña con enormes lentes y una poco común familia típicamente gringa (parece juego de palabras pero no lo es), por casualidad logra un cupo en un concurso de belleza infantil al otro extremo del país. Su familia, compuesta por un papá loser y exitista a la vez, una madre dueña de casa que no para de fumar, un abuelo drogadicto que la ayuda con sus ensayos para ser reina, un hermano con votos de silencio que adora a Nietzsche y un tío gay experto en Proust que intentó suicidarse, emprenden viaje en una destartalada van setentera para que logre los sueños que ellos al parecer no han logrado. El humor negro y el elenco de actores son lo más rescatable del film, que si no hubiese tenido un final tan típico de las pelis yanquis, habría logrado ser una obra maestra.

Esta, con las tres películas siguientes, fue lo mejor que vi en el Festival. Lamentablemente, no pude ver Prohibido Prohibir ni Una Estrella y Dos Cafés, las ganadoras del jurado y del público, respectivamente, pero lo más seguro es que con estos nuevos pergaminos se exhiban en el circuito comercial muy pronto. Y ahí estaré.

A Máquina – Trailer (01:08)

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Me encantó esta peli brasileña. Todo. Desde la música de Dj Dolores y Santa Massa hasta la trama romántica con toques de realismo mágico, junto a la puesta en escena muy teatral y la actuación de sus protagonistas, A Máquina es un film muy al estilo Amelie francés pero con el sabor afroamericano. Antonio (Gustavo Falcao) le promete a Karina (Mariana Ximenes), una pueblerina que sueña con ser actriz y conocer las grandes urbes, que le traera el mundo a su casa. Para lograrlo, apuesta que viajará al futuro y si no lo logra será masacrado por una máquina infernal.

Tapas – Trailer (01:59)

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Con guiños a "Haz lo correcto" de Spike Lee, esta obra coral española nos muestra la tapada vida de tres generaciones en un barrio madrileño. Con el humor tan característico de la península nos enamoramos de la humanidad de los personajes. Una abuela traficante de extasis, un abuelo con cáncer terminal que fuma a escondidas, una mujer separada que tiene sexo virtual con un cibernauta argentino y real con el hijo adolescente de una vecina, y el dueño del bar de tapas del barrio que esconde el abandono de su mujer hastiada por su explotación contratando un cocinero chino, son parte de las historias que se entrelazan en esta adorable propuesta de los directores del popular programa de Antena 3, Homozapping.

Las Mantenidas Sin Sueños - Trailer (02:46)

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Vera Fogwill y Martín de Salvo soprenden con esta opera prima que mezcla existencialismo, exitismo y el amplio espectro de relaciones parentales con la música incidental de Babasónicos. Florencia (Vera Fogwill) es la joven madre irresponsable y drogadicta de Eugenia (la fantástica y precoz actriz Lucía Snieg), pero los roles parecen invertidos dada la singular madurez de la hija y la falta de motivación de la madre. Con actuaciones soberbias y memorables de sus protagonistas, el reparto secundario no baja en calidad: una vecina tonta y kitsch, abandonada por sus hijos que se fueron a vivir a Europa; una ex compañera de Florencia, ama de casa arribista y superficial; la madre psicoanalista e hinchapelotas, obsesionada por que su hija cumpla con los sueños que ella le impone; y el padre de la niña (un oxigenado Gastón Pauls), que vive en vacaciones eternas con su madre recientemente embargada; logran, bajo la raya de la suma, una obra redonda y dramática con tintes de comedia.

Rojo Intenso - Trailer (01:25)

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Una película mala tiene dos opciones, ser olvidada o volverse de culto. Creo que Rojo Intenso logra obtener la segunda chance. Es que cuando un film quiere ser thriller y logra risas, quiere provocar miedo y logra risas, quiere que lloremos y logra risas, no le queda otra que asumir su fracaso y sacarle partido. Los diálogos casi convencen, la música incidental casi emociona, la fotografía casi capta las sensaciones, etc. Si no fuera por el casi sería sólo mala.
Mención aparte para Kenita Larraín que actúa muy natural su papel de prostituta fina, María Elena Swett que le sale muy cómico su drama, Fabián Mazzei que sorprende por su patética pronunciación e interpretación del inglés cuando canta y cuando imita a un psicópata-galán de tercera categoría.
Un gran aplauso para el director español Javier Elorrieta, que por lo menos se sacó el empacho de desnudar y violar en pantalla a María Elena Swett.

Uff, creo que salió un poco largo, pero bueno, si se aburren pueden ir viendo los trailers o visitando los numerosos links entre cada crítica :D

Tags: Festival;Cine;Viña del Mar;Zuzú Angel;María Antonieta;Sólo Dios Sabe;Rosa La China;Little Miss Sunshine;A Máquina;Tapas;Las Mantenidas Sin Sueños;Rojo Intenso.

Loser x 4

(Ya ha pasado harto tiempo desde que entregaron los resultados del concurso del Metro "Santiago en cien palabras", pero como en este blog intento poner todo lo que sale de mi cabecita (de) loca y este archivo con los tres cuentos con que competí fue rescatado de mi negrito -que definitivamente fue reemplazado por un compu un pichintún mejor pero igual de prehistórico-, aquí está la constatación de que soy el cuarto loser, obvio, porque no gané ni una mención honrosa siquiera)

Un segundo
Aunque ese día Loser amaneció con problemas estomacales, jamás se le pasó por la mente perderse el partido.
Era el último minuto y el empate a cero entre Yugoslavia y Chile no le permitía despegarse de su asiento, a pesar de las ganas urgentes. ¿Cómo perderse un segundo?
Las tripas que ya casi revientan, el pase que es mágico, la guata que estalla y el Estadio Nacional que salta en un ¡Gooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooool!
Fue su último grito. Demasiada emoción en un segundo para su esfínter.
Esperar que todos se vayan.
Caminar lento.
Sin celebrar.
Sin chorrear.
Y sin chistar.
Igual ganamos.

Un pinchazo
Aunque muy resfriado, toda esa semana Loser tuvo que tomar el metro.
Ya el miércoles notó que una hermosa mujer se subía siempre a esa hora en la estación Pedreros.
Le bastó acomodarse bien los lentes para establecer un buen cambio de luces.
El último día estaba decidido a hablarle y se le acercó entre el cardumen de sardinas.
Antes de saludarla, tomó aire y le sonrió.
Pero ella no paró de reírse.
A carcajadas.
De pronto escuchó un "pop" y los vidrios se le nublaron.
Un globito de su nariz los había empañado.
Jamás volvió a verla.

Sex-appeal
Ese día Loser amaneció triste. No era su pésima fortuna lo que lo tenía así.
Estaba bien que su auto se estropeara porque eso era lo habitual. Era otra cosa: baja autoestima.
El ladrido del chofer lo despertó:
-¡A la cola, a la cola!
Fue extraño sentir muchas miradas. De deseo. Hasta de hombres.
Más que enojarse sintió que el ánimo le subía.
Pero en la Alameda se dio cuenta que la micro iba llena de hombres. Y más atrás unos se besaban en la boca.
Era el día rosa.
Su ego bajó de la micro y él, también.

Tags:Loser;Concurso;Santiago en 100 Palabras;Microcuentos.

Una araña me picó...

... y yo no quería.
Desde agosto del año pasado que me miraba en el Pagano y yo no me había dado ni cuenta. Dice que comentaba con sus amigos ambiwis lo rico que estaba yo y que quería puro comerme, pero yo ni idea de él poh, como si no existiera.
No se atrevía a hablarme, moría de vergüenza y su timidez le impedía hasta acercarse a menos de tres metros. Me buscó en el fotolog para averiguar algo más de mí o quizás para admirar mi hermoso rostro (¡saaaa!).
En ese marasmo del pánico al contacto, en una noche de diciembre que se emborrachó, un panda se vino a aprovechar de su fragilidad y él -¡qué le han dicho! ¡qué le hace el agua al pescao!-, si yo ni me había fijao en él, perdí nomás y se arrimó al otro árbol que le ofrecía más sombra. Total, en esa época yo estaba embriagándome con martinis biancos y nunca supe de sus maricoandanzas.
Lo pasó mal en sus vacaciones el arácnido este porque el putito con el que se metió era más rancio que yo, o sea, mega ultra cola, imaginensé la calidad. No se sabe si la desgraciada esta lo engañó antes de patearlo a fines de febrero, pero fue tan vaca como para meterse con el primer feo que encontró al día siguiente. Y en sus narices.
Mi arañita estuvo sumergida en tequila, como gusanito del ídem, intoxicándose de pena y alcohol hasta el día de marzo en que me volvió a ver en el antro.

-"El de la trencita" es sureño, Bicharraco.
-¿Por qué, Mono?
-Míralo, volvió más gordito.

No. Ese día no me habló. Tuvo que pasar otro mes. Un día en que se paseaba por fotologs de los amigos de los amigos, por pura casualidad y sin buscarme, encontró uno mío al que ya lo mató la censura. Pero no me dejó un mensaje, tuvo que estar borracho carreteando en la casa de una amiga para que ella, y no él, en el fragor del momento apretara send. Y yo respondí:

"Tuve que mamarme como chorromil fotos pa'trás pa'conocer tu cara.
Me suena tu cara, ene. Pagano seguramente, aunque tenís cara de amigo de mi hermana. Sacate esa weá de la oreja, es horrible, después te queda asquerosa y toda wailona. Me da escalofríos, aghhhhhhh.
Oye, cuando hagan mi fancluz, me invitan a tomar tecito y ahi me prestai la cámara, oka? :D
GAME OVER, SIGA PARTICIPANDO!"

Esa fue mi imbecilidad de respuesta. ¡Qué engrupío! Y que athróh, como diría una lady. Le rompí el corazón, obvio, y un amigo abogado defensor del cabro me posteó "ene cantidad" de simpáticos y soeces insultos. No me quedó otra que disculparme bajándole el perfil al asunto diciendo que era en plan "humorístico". Dignidad ante todo.
Adolorido, a pesar de todo, me respondió. Y tuve que aperrar con una amistad a la que no le veía futuro como relación amorosa para nada. Es que a la tarantula esta la encontraba fea fea con su corte punk y expansiones en las orejas. Y mucho no ha cambiado mi opinión. Todo el mundo nos encuentra como dos gotas de agua y yo no entiendo nada, ¿cómo una belleza caucásica como yo puede compararse con una bazofia autóctona como él?
Desde ese accidentado encuentro por internet pasaron un par de días hasta que lo ví en el antro por primera vez en vivo. Mi primera vez consciente, digamos.
No me pescó. Para nada. Y yo traté de mirarlo cuando no me observaba, para que no se diera cuenta, claro. ¡Las pinzas!, dice que se mataba de vergüenza cada vez que posaba mis penetrantes ojos en todo lo que es su... rostro.
Pero tuvo que pasar otro fin de semana para que una de sus amigas me hablara y nos "presentara". Poco nos interesamos el uno por el otro, aunque yo, la verdá verdadera, ya me estaba acostumbrando a su fealdad.
En fin, por lástima, un día lo invité a un ciclo de cine europeo en la universidad. Debe haber saltado en tres patas (no una, eso es muy poco). Ahí llegó muy puntual, obvio, si lo tenía loquito, pero más miut que nunca. Día a día y película a película se nos fue soltando la lengua.
Hasta que llegó un día fatal, de esos en que parece que uno andara con la ruler masculina: después de la peli me invitó a tomar once a su departamento y me pilló volando bajo porque le dije que sí altiro, sabiendo que él lo único que quería era violarme con consentimiento. Para allá partí. Estuvo rico el té, pero cuando ya me iba:

-Oye, Eleu, ¿tu sabes por qué me gusta juntarme contigo?
-Sí, sí sé, pero yo, esteeeeeee, sólo quiero ser tu amigo.

Por pena lo abracé. Y puta que estaba rico de cuerpo el maldito, ahí mismo me arrepentí de haberle dicho todo eso. Pero ya no había marcha atrás y no quería tener sexo casual con alguien al que le gustaba desde hacía tanto tiempo. Llorando debe haber quedado pero igual fue a la función del día siguiente y aceptó sin chistar mi invitación al castillo.
Nuestras citas eran a las siete de la tarde todos las jornadas del ciclo de cine hasta que, al día siguiente de que el arácnido conociera mi casa, llegué muy atrasado para enterarme que no había habido función. Lo esperé mucho rato por si también había tenido problemas para llegar. Sentí una angustia tan grande. Fue como si no me hubiese puesto los lentes de contacto o alguna burrada de emoción como esa, pero multiplicado por mil.
No me aguanté y le envié un mail. Tan tontos que ni el número de celular nos habíamos dado. Le conté la sensación que había tenido y me explicó en un extenso mail que se había estado dando vueltas por el sitio con excusas auto impuestas para ver si me encontraba pero que seguramente se había ido segundos antes de que yo apareciera.
Al día siguiente no aguanté más y dejé que esta araña terminara por picarme, total que más da, nada perdía con intentarlo.
Y ha valido la pena porque hasta ahora el veneno me ha sentado de lo más bien.

BOOM BOOM KID - I DO (2:27)

Tags: Amor;Araña;Veneno.