viernes, 21 de octubre de 2005

C1: Polen

Aquí comienza el folletín por entrega de los días viernes.

En la carretera de Lunafrita el asfalto cocía todo lo que se pusiera encima y aquel oso moreno que se protegía bajo una lenga, aunque más bien parecía que la lenga se protegía con él, y se oreaba agitando su gorro de paja, ya llevaba toda la mañana haciendo dedo a los pocos autos que osaban pasar por esta vía.
El se llamaba Polen y no era raro ver abejas revoloteando su macizo cuerpo atraídas por su perfume de arándanos y zarzaparrilla que el mismo preparaba todos los veranos, allá en Río Eterno, la granja de su ahora ex suegra.
La recolección de frutos silvestres la llevaba a cabo todas las mañanas bordeando el río. A veces lograba llenar tres bolsas y cuando su gran cuerpo se lo impedía, sólo dos. Le gustaba hacerlo, así la mañana pasaba más rápido y no se acordaba del suegro que lo despertaba todas las mañanas con su voz de pájaro mecánico obligándolo a despertarse a las cinco para preparar el desayuno de las mujeres que tempranísimo iban a hacer las labores del campo. Estas consistían en ordeñar las cabras, cazar camarones y abrir los canales para regar las plantaciones de tulipanes, y también las operaciones anexas de todo esto como la producción del queso (de las cabras), el enlatado (de los camarones) y la refrigeración y posterior envío de las flores.

"Pero no me gustaba hacer el desayuno, ir de compras, mantener la casa limpia y todas esas cosas. Me gustaba caminar alrededor del río y recolectar frutos para mi perfume."
"Era un muchacho muy extraño, andaba como en el aire, siempre pensando quizás qué cosas. Apenas me ayudaba a poner la mesa y arrancaba por el campo y no lo volvía a ver hasta el almuerzo."
"Sí, era extraño. Pero yo estaba enamorada y conque me esperara en las noches para conversar y luego, bueno, tu sabes... Yo estaba contenta, todavía no sé por qué se fue. Su cuerpo grande y moreno, sus enormes ojos azules, él era todo lo que una mujer podría desear en un hombre. Y bueno, tu sabes, eso también era maravilloso..."
Polen ya llevaba tres horas bajo ese sol de Lunafrita cuando una limosina se detuvo. No era raro ver limosinas en esa carretera, ya llevaban dos semanas en huelga los aviones de Piña a Marréis y los artistas no tenían otra alternativa que tomar esa carretera para llegar a los Estudios de Nutrí, al otro lado de la península.
Una de las puertas traseras se abrió y un hombre muy atractivo le pidió que se subiera.
-¿Dónde vas?.- Le dijo, ofreciéndole un vaso de jugo de mango que sacó de un pequeño refrigerador.
- Esta carretera sólo me lleva a Marréis y para allá voy. ¿Eres un artista de Cine? -Preguntó Polen, observando el corazón de plata que colgaba de su cuello.
-No.- Dijo riéndose.- Soy el novio de Sandez García, el nuevo galán de las películas de Marréis.
- Qué bien... - Atinó a responder Polen, muy sorprendido.
Capítulo Siguiente: C2: Polen llega a Marreis

9 comentarios:

Pablillous dijo...

realismo mágico? entretenida la historia..pase la mitad del tiempo tratando de cachar para donde iba la micro...que bieno, eso permite varias lecturas...
igual me siento un poco bruto cuando como que no cacho el sentido de tus historias...

gato slow

jovenbunbury dijo...

me gustó. a ver cómo sigue.

saludos.

Nanda dijo...

me gustó mucho la historia... demaciado...
Bueno tb pasaba a despedirme porque me desaparesco un tiempo... asi que besitos
te me cuidas mucho
bye

Anónimo dijo...

Genial

Pablillous dijo...

volvieron las fotos!!!

topmodel again?

carolina dijo...

creo que nunca te habia leído... me gusto....

C.- dijo...

NO ERES MI PROTOTIPO FÍSICO, PERO EN ESTA FOTO NO PUEDES SALIR MAS LINDO
FELICITACIONES
PERDON POR LO BANAL DE MI COMENTARIO, PERO ME ESTOY PONIENDO AL DIA LENTAMENTE
BESOS GALAN
CHAU

Julius dijo...

Veo que volviste a las drogas, jajajaja. Bien en todo caso.
Esperaré pacientemente.

Abrazos

JUL.

PD: Qué obsesión con los ojos claros, my God...

FrAn dijo...

uhhh
es que es un honor haber visto por fin un post tuyo onda como que tienes fans por todos lados parece

buena historia, buena volada
no se
saludos