viernes, 7 de octubre de 2005

Aguas turbulentas

Mi papá me mima. Yo mimo a mi papá. Mi papá está triste. Mañana lo voy a ver a Pichilemu. Mi papá está triste porque ve demonios que no lo dejan en paz.
Mi papá es profesor de enseñanza básica en un colegio particular subvencionado pobre pobre. Hace clases de música y de historia a unos demonios que no tienen la culpa de ser demonios. En sus casas sus padres pelean y se golpean, algunos son abusados o fueron producto de una violación. Ellos sienten que no tienen futuro, que no sirve de nada estudiar pero igual van a clases, para echar la talla, para molestar y no prestar ninguna atención a lo que mi padre intenta enseñarles.
Mi papá siempre ha sido muy alegre, el alma de las fiestas, tiene mil amigos. Cuando caminamos por Pichilemu apenas podemos avanzar porque cada tres pasos alguien lo saluda y se detiene a conversar. Cuando aún estaba con mi madre y vivíamos los cuatro en el sur, pasaba lo mismo y aunque no fuera su ciudad natal, él con su magnetismo tenía mil amigos que lo acosaban y lo invitaban a mil asados de cordero al año. Mi papá siempre fue muy amigo de mis amigos del barrio y todos lo adoraban, hasta diría que más que a mí. El cantaba y les hacía clases de guitarra que yo nunca pude aprender.
Antes, cuando vivimos en Suecia, también. Pero eso yo no lo recuerdo mucho. De esa época son las fotos. Como se ve, no soy muy parecido a él. Yo me parezco a mi mamá. Y aunque lo quiero mucho, cuando se separaron (yo tenía unos 10 años) nos preguntaron a mí y a mi hermana (ella tenía ocho) que con quién queríamos vivir y yo no dudé en decir que con mi madre. Claro, éramos chicos pero no tanto para no darnos cuenta que viviríamos con más comodidades y más tranquilos con ella.
Cuando chico yo contaba los segundos en la noche acostado en el camarote que compartía con mi hermana. Así: un segundo, dos segundos, tres segundos, cuatro segundos y cuando llegaba hasta chorromil segundos por fin llegaba mi papá, muy tarde, o eso parecía en mi corta edad, y yo me hacía el dormido u otras veces no y antes del beso de buenas noches me cantaba el "duerme duerme negrito".
Mis papás discutían en sueco para que no entendiéramos (porque ese idioma lo habíamos borrado de nuestras mentes a los pocos meses de haber pisado suelo chileno). Pero no discutían a gritos. Y con mi hermana celebrábamos cuando se daban un beso. Pero yo sabía que ya no se amaban.
Mi papá el año pasado sufrió un pre-infarto a mediados de febrero. Justo a los pocos días que yo le había contado que me salía algo amarillento por la tula. No sé si fue la impresión porque su hijo regalón se había pegado una gonorrea o la cercanía de las clases que siempre ha odiado hacer o la mala alimentación llena de colesterol y farras con sus amigos para olvidar la vida que lleva fueron los causantes, pero se quebró. Se rompió. Justo el día en que yo volvía a Santiago porque mi madre había venido del sur con mi hermano chico a pasar unos días y me había pedido que los fuera a ver. Días en que sufría por manchar mis calzoncillos con un pus raro que no tenía idea por qué me aparecía.
Al principio creía que eran mis característicos fluidos lubricantes cada vez que se me para. Pero esta vez era mucho y me ardía un poco cuando meaba. ¿Por qué me pasaba esto a mí? Si yo uso condón siempre, si yo sé cuáles son las reglas de mi condición. Jamás había dejado de ponerme un forrito y si se daba la casualidad que no tenía, no permitía la penetración.
Recordé mi último sexo casual a mediados de enero de ese mismo año. Caliente por la soledad me había ido a meter a un sauna. El 282 de Santa María, a pasos del Búnker. Ya había ido antes, ansioso por ver cuerpos desnudos, por relajarme en sus tres pisos de relaciones de si-te-he-visto-no-me-acuerdo.
Esa vez ya estaba que me iba. Ya había sudado bastante en los saunas y ya me había hecho el dormido lo suficiente en los baños de vapor para ver disimuladamente (aunque no me resultaba mucho) a los demás como se les veía el cuerpo y los genitales bajo los géneros casi trasparentes y las toallas diminutas que entregan por las cinco lucas para entrar. Estaba ya muy dispuesto para irme cuando decido ir a darme una vuelta por el cuarto oscuro con camas de cuero donde retozaban parejas en la invisibilidad apenas visible por algunos encendedores que prendían los más curiosos. En esos segundos de luz o por la tenue luminosidad que llegaba desde el pasillo se podían distinguir figuras masturbándose, otras cateando las caras de los demás presentes en la habitación y ausentes de la acción en las camas.
Por un segundo vi el pelo rojo natural de otro vagabundo sexual. El también me vio. A los pocos minutos, en otro fogonazo, me hizo un gesto para que lo siguiera. No lo seguí pero volvió y me tocó bajo la toalla. Luego froto su pene lacio, jugoso y largo en el mío ya erecto. Pronto se le paró y nuestros fluidos preseminales se mezclaron por unos malditos segundos.
Mejor nos vamos a otra parte, dijo. Lo seguí. El parecía más seguro de lo que había que hacer y revisó si había un cuarto privado disponible pero no lo había. Fuimos al jacuzzi que estaba vacío. El agua tibia y quizás hace mucho rato no reciclada nos recibió reconfortante pero peligrosa.
Ya no recuerdo su nombre. Siempre pregunto el nombre, aunque me mientan y me digan el primero que se les ocurra pero este no lo recuerdo. El pelirrojo tenía cara de pelirrojo. Con su pubis rojo y lleno de pecas en la cara, el pecho, los hombros y la espalda (características que sólo en alguien sin pelos y no macizo me gustan) me enseñó su gigantesco pene, tan grande que me dio susto y eso que no estaba totalmente erecto.
Se lo chupé con dificultad, me lo chupó con no tanta. Nos abrazamos y no quisimos acabar tan luego. ¿Qué hacemos? Vamos a la piscina del primer piso. Bueno, dije. Bajamos.
Nos bañamos desnudos en ella. Nos besamos. Dejamos de hacerlo. ¿Quieres coger? Bueno, pero no tengo condón, dónde guardarlo si estoy desnudo, acoté. Aquí venden, me dijo. El que le vendió lo trató como si lo conociera de toda la vida y me miró con cara de ten cuidado. No hice caso a las advertencias, ingenuo de lo que vendría. Compró dos. Bueno, será uno para mí y otro para él, pensé. Tendré que aperrar nomás.
Subimos. Los cuartos privados seguían ocupados. Subimos las escalas hasta el último piso que no existe y donde todo acaba en una puerta cerrada. Por debajo se veía que una luz matinal entraba por la rendija y los rayados de la pintura negra de unas ventanas. Pudimos vernos con mejor nitidez los cuerpos y las caras. Su pene se veía mas enorme con luz, su cara no tan atractiva y su voz menos. En su modo de hablar se notaba la diferencia entre los dos, la mala educación. Me puse el condón y lo penetré, pero la posición era incómoda para mí en la escala, en cambio él parecía habituado. No podía concentrarme, en cualquier minuto podía subir algún despistado o voyerista y vernos. ¿Volvamos al jacuzzi? Bueno. Me saqué el forro y mi posibilidad no tan deseada se había acabado. Lo boté en una esquina.
En el agua no pude ponerle el condón, siempre he sido tan ñurdo para eso. Se lo colocó el mismo y me preparé sicológicamente para el siguiente paso. Hazlo con cuidado, por favor. Con el agua es más fácil, me dijo. Recordé la vez que lo había hecho con mi primera pareja estable en la piscina de la casa de mi abuela en el Cajón y pensé que no era tan fácil, pero bueno, esta es agua tibia, quizás es distinto.
Fue doloroso igual, sentí un desgarro, pero al rato me acostumbré. Pelirrojo acabó, yo también y en las mismas aguas turbulentas que nos acogieron. Bajamos a comer algo al primer piso. Me dio el número de su celular, le di el mío.
Al otro día, sorprendentemente me llamó. Cómo si fuera su pololo me trató con la misma cotidianeidad de un conocido de años y me dijo que quería verme. ¿Dónde? En mi trabajo, dijo. Fui a un Jumbo en el que nunca había estado, muy cerca del centro deportivo de Zamorano. Pelirrojo trabajaba en la carnicería y en ese momento lo tenían asignado a la venta de embutidos en una parrilla. Nada más apropiado, pensé. Cuando se acercó, noté que cojeaba. Me ofreció su promoción de choripán con cerveza y acepté. Quise pagar pero no me dejó. Salía tarde, quedamos de juntarnos al otro día en el Parque Forestal y me fui al Cajón.
Al otro día, tirados en el pasto del parque me dijo algo que a pesar de mi paciencia por tratar de descifrar su seseo no entendí. "A mi me gusta tomar pxpsovska" y no entendí por más que me lo repitió en todas las velocidades y volúmenes audibles para mi único oído disponible. Le pedí que me lo escribiera. Escribió "volca". Comprendí que eran muchas nuestras diferencias pero no dije nada. No me gusta romper el corazón de alguien. Menos el de alguien tan ingenuo y sincero como sentía que era él. Me había traído un peluche y una tarjeta ¿ok?
En el cerro Santa Lucía ya no podía soportar que pelirrojo se estuviese ilusionando tanto conmigo. Mientras nos tomábamos un mote con huesillos (el mío sin mote porque no me gusta) le dije que íbamos muy rápido y que al otro día iría a ver al sur a mi papá. Entendió que hasta ahí nomás llegábamos. Lo sentí apenado y disconforme. Al otro día me fue a dejar al terminal de buses. Me entregó un sobre que me dijo lo abriera después. Sentí lástima y me subí al bus. Lo vi desde mi ventana con sus pecas y pelo rojo despidiéndose con la mirada. Abrí el sobre y era una foto de él con una dedicatoria.
A las dos semanas, un día antes de que me fuera, noté que por mi tula salía un liquido muy extraño. Le pregunté a mi papá si a él le había pasado eso alguna vez. No, nunca le había sucedido. Se preocupó, pero ya no podíamos hacer nada y tuve que partir a Santiago a ver a mi madre que ya había llegado del sur. Apenas pisé la casa de mi abuela recibí el llamado de la pareja de mi padre contándome que mi papá había sufrido un infarto o algo que parecía un infarto. Tuve que volver a Rancagua donde lo habían trasladado desde Pichilemu.
Fueron tres días horribles. El primer día no lo pude ver y tuve que partir a Pichilemu otra vez. Al día siguiente alcanzamos a llegar a la hora de visita pero en un hospital público sólo podía entrar una persona a la UTI por vez. Entró mi tía o mi hermana o mi tío, no lo recuerdo. Yo por la pus de mi tula tenía que ir a cada rato al baño a cambiarme un pedazo de papel confort que usaba para no mancharme tanto. Al tercer día ya estaba mejor mi papá y lo pude ver. Los doctores dijeron que se recuperaría y que había sido una angina o pre-infarto. Necesitaban hacerle una "hemodinámica" (o un nombre raro como ese) para saber dónde estaba el punto obstruido. El problema era que la máquina estaba mala y tendría que esperar en una larga lista para que se lo hicieran.
Volví a Santiago, papá ya estaba parcialmente fuera de peligro. Fui a un doctor muy viejo de calle Huérfanos y me dijo que podía ser gonorrea y que tenía que hacerme unos exámenes, pero que estaba tan seguro de que fuera eso que para no perder tiempo ordenó que me pincharan con una dosis extra fuerte de antibióticos porque era mucho el tiempo que llevaba con la infección. El examen no incluía test de vih porque el anciano doctor no me preguntó si yo era homosexual ni yo se lo dije. A Pelirrojo le envié un mensaje de texto para que se revisara y nunca más supe de él.
A los tres meses, por mi preocupación y porque ya había pasado la tormenta de mi padre, me hice el test y salí negativo, por suerte. Primera vez que me había salvado de una grande. A los tres meses después lo repetí. Nada, ni sífilis ni vih.
Ahora mi padre está triste y voy a verlo por el fin de semana largo. Triste porque la plata no le alcanza para nada con su sueldo de profesor. Triste porque tiene psoriasis y porque hace unos días le subió el colesterol a pesar de que mi tía Quena (su pareja) le ha mantenido su dieta sana. Triste porque la Isapre no le quiere pagar los días que tuvo licencia porque no le creen que está triste y tiene esos demonios que se le aparecen para bajarle (¿o subirle?) la presión.
Este año mi papá tuvo que asumir pagarme la carrera porque mi mamá dijo que no puede pagar la mitad de la mensualidad. En junio, por su sueldo miserable tuvo que pedir un crédito Corfo al banco y después de miles de papeles y un cheque en prenda a la Universidad por lo que le debemos, está más triste. Porque el banco se equivocó en una papel y la Universidad cobró el cheque porque se cumplía el plazo. Porque esto provocó que se sobregirara. Mi papá yo creo que nunca me había asumido tanto como su responsabilidad y estoy contento por eso. Pero ahora mi papá está triste.
Mi papá me mima, Yo mimo a mi papá. Y no hago nada más. Nada más que preocuparme y faltar a muchas clases y escribir en un blog para que me quieran, para olvidar que tengo que hacer algo, para olvidar que tengo que ser adulto, que tengo 30 años.
Un segundo....
Dos segundos...
Tres segundos...
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Chorromil segundos...
Otras historias de padre/madre e hijo:
(Díganme links, no propios, que recuerden de otros blogs para poner aquí)

SO NOTORIOUS - SAUNA SCENE (1:20)

27 comentarios:

Lautaro dijo...

ACOTACIONES:
Ok, sí sé que es larguísimo pero es fin de semana ídem y lo pueden ir leyendo de a poquitito si no pueden de un solo trago.
Ok, sí sé que es fuerte el tema pero este blog entre otras cosas lo tengo para decir cosas que no me atrevo a decir en persona.
Ok, sí sé, a los que me leen y me conocen en persona: no se alarmen que no contagio con el aliento ni por darles la mano. Y no me molesten mucho, ya? y ahora estoy yendo a clases.
Ok, a mi futuro novio: no te preocupes. Aquí me gustaría que un doctor si es que alguno me lee le explicara claramente a mi futuro novio y a mí cuáles son los riesgos que corremos porque no lo tengo muy claro.
Y eso. nos vemos el martes supongo.
Bear hugs!

Huracan dijo...

Me recordaste a mi padre y lo poco que lo disfruté antes que se muriera sorpresivamente y mucho antes de lo que hubiera querido. Aprovéchalo, mimalo, que después no vas a poder...

Remus dijo...

Rojillo, vales mucho, no lo olvides. Cuida a tu papi.
Un abrazo de oso para ti.

Pablillous dijo...

Eleutherio :
me costó mucho terminar de leer esto. Se me llenaron los ojos de lágrimas varias veces (y no es hueveo).
La última vez que ví a mi viejo estaba triste tambien, el era un hombre de campo, simple, pero la vida se le hacía tan difícil y complicada a veces...me fui a quedar con el al campo varios días...a el se le olvidaban las cosas y cuando salia en la mañana me dejaba encerrado..( el alzeihmer).yo en ese entonces no tenía trabajo ni estudiaba ..pero le inventé una historia de exito
el estaba tan orgullos de mí..
No puedo seguir hablando/ escribiendo de esto. Mi mama me pregunta (esta cerca) que porque estoy tan callado.. no la quiero mirar, porque vera que estoy jilibiando...
Haz que este semana tu viejo no esté triste..sacale su alegría..
obligalo a tocar la guitarra..

que valiente en contar tu historia gonorreica...quiza ahora yo me atreva a contar mis visitas a 282.

Human hugs

PSICOLOGO and the City dijo...

pucha amigo, que fome que tu papá este así,trata de aprovechar al máximo este fin de semana, espero que el martes nos cuentes lo bien que la pasaron y de lo bien que se encuentra, me emocionó tu relato, tenías toda la razón cuando me dijiste que eres lejos la excepcion a la regla que yo asumí, (la mayoría de los gays se llevan mal con su padre) porque tu papá es genial, por lo que me decias en aquel comentario en mi blog.
en relación a los puntos que mencionas en los comentarios (OK´s)
1. no considero que sea largo, he escrito cosas menos interesantes y fomes, mucho mas largas, el que quiera leer lo que escribiste lo hará.
2. Obviamente es tu blog, tu sabes lo que escribes, y creo que este medio sirve para hacer una especie de catarsis. creo que te ayuda, por lo menos para sentirte leído (escuchado).
3. no creo que me contagies de nada, quizás si me mandas un virus a mi email, podria ser y que bueno que estes llendo a clases.
4. y en relación a enfermedades de transmisión sexual, soy cero aporte, no sé mucho.

Un abrazo y mucha fuerza...

PSICOLOGO and the City dijo...
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jovenbunbury dijo...

muy bonito, muy bonito

un abrazo

Juano dijo...

- Un abrazo fuerte... de oso je!
- Yo no estoy preparado para cuando mi padre esté triste, no quiero tampoco... me cuesta.
Animo para dar animo.
- lo otro... buen testimonio... más en tiempos de campaña del Sida

Slds

Francisco Salazar dijo...

Auch.

Bueh, no demasiado que decir ._.

Apapáchalo, pásenlo bien, alégralo.

Curioso el centro del relato.

Zuricate hugs!

Daydalaus dijo...

Apoyo la labor de los profes, mi mamá tamièn lo es. Simpre he pensado que hay algo distinto en las familias de profes.

astrolloron dijo...

"jovencito", lo felicito por su sinceridad, creo que no todos seriamos capaces de contar cosas tan intimas que nos muestran tan vulnerables ante el resto.
Con respecto a su padre, vaya y hagalo feliz, es la pura verdad que cuando ya no estan uno se cuestiona por no haber aprovechado los momentos.
Y por ultimo, hagase cargo usted mismo de usted.

Julius dijo...

Yo no debería leer historias "padre-hijo" ni ver películas "padre-hijo". Me cagan la onda irremediablemente.

Mucha pena por acá.

Muchos abrazos para ti.

JUL.

Mauricio Miranda dijo...

Oye un poco extenso, pero muy agil post.
Me gustó como se entrelazan las historias y mas aun ese cariño inmenso que le tienes a tu padre, algo poco comun en el mundo gay que yo conozco.
Mauro.

P dijo...

Hace ene que no leía algo tan largo de alguien.

Reconozco que me chocó la crudeza, quizá Lemebelezca, de algunas de tus frases, pero debe haber sido tan liberador haberlo escrito que te envidio.

Yo acabo de llegar a Santiago, a ver si en un par de horas más sale algo de lo que pasó este fin de semana.

Pedro

cobain dijo...

hola como estas?? espero que bien , ya que con lo que escribiste capaz que estes un poquin depre....igual heavylo que te paso, me acorde de mi viejo, que de repente igual le ha pasado cosas heavy onda mala racha y la guea, pero siempre ha sabido salir adelante y obviamente sacarnos de eso y seguir como familia, aunque yo tengo la suerte de tener a mi familia aun, me imagino que debe ser un poco que, debe ser penca no estar con tus dois viejos a la vez, qunque yo no viva con ellos, porque estudio lejos de mi casa igual los extraño, pero en fin.....como que me bajo la depre....
en cuanto a eso de la gonorrea deberian haberte hecho un cultivo de esa secrecion...asi crece el bicho y se confirma el diagnostico, Yla UNICA forma de pegarselo es a traves de las realciones sexuales y obvio sin condon, asique por alli no anduviste usandolo parece, haz memoria, no se pega en el baño ni toallass ni nada por el estilo ...por siaca porque la gente cree que es por eso ....:)
cuidate y saludos....
rudolf

Rod dijo...

no me resulto para nada largo de leer... ojala que el finde haya sido buenisimo, imposible no emocionarse con una historia, sobre todo por que es muy penca saber que a quien uno quiere esta triste...
la verdad no cacho mucho de la gonorrea...



saludos

C.- dijo...

VALIENTE
Sólo eso puedo decir...
Disfruta lo que hay hoy¡¡
Y sobre lo otro (gonorrea) nadie está libre de adquirir eso, pero si te pasa una vez, debes aprender a cuidarte, porque segundas oportunidades no hay
Saludos
y Cariños
Clau

Nanda dijo...

hola muchacho... la verdad es que tengo sentimientos encontrados el primero mucha pena por tu papa... tienes que apoyarlo mucho mucho y estar ahi con el y el segundo... una rabia... porque como meterse con cualquier gallo nose y no solo lo digo por ti si no por todos... osea igual es como demaciado peligroso... menos mal que el tipo no te pego nada mas... eso si que habria sido grave....
esop...
un beso enorme de grande...
cuidate mucho
kisses
bye

Marlencita... conquistando el universo dijo...

Regio, me lo leí de un suspiro y como siempre me encantó.
¿qué tal el fin de semana con tu papá? seguía muy triste???
Besos... muchos besos...
M

Marlencita... conquistando el universo dijo...

A mi no se me pega nada... soy Munra... la inmortal por eso te doy besos sin temor..
M

Voikot dijo...

Ay dios mio... en fin... acá vamos...

Tema padre : Siempre me relación ha sido conflictiva pero internamente, no de peleas ni esas huevadas, si no de adentro que puede ser más jevy.

El resto del post : Hueón no podís andar contando esas hueas po's!!! GUAKALA!!!, como se supone que te abrazo ahora?, si, hay cosas que quizás no te atrevas a decir en persona... y quizás tampoco deberías decirlas en privado! jajajaajajajaa. Cuídate gil!.

Un abrazo con 10 metros de distancia.

Adriano Nicolás González Hidalgo dijo...

sorry!!!!, ayer lei completo tu post, el cometario esta debido porq mi viejo justo llego cuando esta por escribirlo, m asuste ene, cuando veo q mi viejo viene, y yo estaba pegado viendo la foto del tipo en pelota, bueno ese es otro cuento, t keria decir, q teni k cuidarte, ya sabi lo mucho q m preocupo (kedo claro en mi blog), cuando se habla de enfermedades de transmicion sexual (q largo), tampoco teni q andar metiendote con cualkier weon q t crises en un sauna (no importa lo largo q tenga la "tula" jajajaj), cuidate mas, con respecto a tu viejo m hizo recordar al mio, tambien es profe y me hiciste pensar en el hecho de q l pase algo, hay veces q lo odio, pero si la pasa algo, me muero...

CUIDESE, chaoosss, kisses

Pec dijo...

lo que yo no entiendo es porqué mezclaste la gonorrea y la enfermedad de tu papa.
lo encuentro un poco freak

Lautaro dijo...

espero no pecar d intelectualoide (como esos que odia kuatico) si busco una conexión entre la gonorrea y la enfermedad de mi papá remitiéndome a un libro de bataille o barthes, no sé cual de ellos porque siempre los confundo, sobre eros y thanatos. o quizás remontarme al más antiguo y típico tópico (disculpen la cacofonía) de Edipo.
o sería muy presuntuoso?
bear hugs,
:D

ED dijo...

Fuerte, honesto, al hueso.
De verdad que se agradece.

yO, cLaUdiO dijo...

Me resulta difícil escribirte algo, pues abordas tantos temas, la relación padre-hijo, ser homosexual, la estigmatización, enfermedades, etcétera.
Sólo destacar, algo que ya han hecho otros, la valentía de contar todo eso. Y bueno, a tener más cuidado.

Un Abrazo.

Go For It 74 dijo...

comparto lo que dijeron otros comentaristas: muy valiente hablar de una enfermedad tan delicada. aunque, claro, uno en los blogs quizá no es valiente, porque escribe sin mirar a los ojos a nadie, pero igual es fuerte por último hablarlo con uno mismo.

saludos