martes, 13 de septiembre de 2005

Moneda en llamas

Sólo uno de los bloggers que leo ha hecho una mención al 11 de septiembre nuestro, no el de las Torres Gemelas. Creo que debo hacerlo porque es imposible sacarlo de mi hoja de vida aunque haya nacido después.
No guardo rencores ni resentimientos pero igual se me hace difícil relacionarme con alguien de derecha. Mi primer novio lo era y creo que ambos cambiamos en algo la burbuja en que nos manteníamos. El aprendió que también existe un ser humano dentro del comunacho comeguaguas que era y yo aprendí que dentro del momio facho que él era también existen los miedos y el amor.
El quiebre de energía
El pequeño se esconde tras las piernas de su madre, se cubre la cara con la tela de sus pantalones y rechaza las peticiones de los extraños. Su cara enojada aparece en instantes y una última vez, sólo para exclamar una negativa.
- ¡No quiero!
El grito cortante del niño sorprende a los tíos lejanos que insistían tanto para que les hablara en sueco. El niño ya estaba aburrido de los constantes rogativas de primos, hijos de amigos, amigos de sus padres, futuros amigos y amigos de los amigos...para que hablara una sola palabra en el idioma de ese país tan exótico: Escandinavia, la tierra de Thor, del vikingo Ölaf y del sexo libre.
Le habían hablado tanto sus padres del país al que retornarían, un mundo de Bilz y Pap, un edén de la creación donde están la prima Estercita y la Carmencita, dos hermanas que "te están esperando en Chile y te quieren taanto". Chile se había convertido entonces en un lugar único, copia feliz del edén, donde todos se quieren y quieren que estés con ellos, un país donde la felicidad era distinta y las posibilidades de ser feliz se vislumbraban plenas. Entonces, uno espera el cambio, exige la alegría que le ofrecieron para que, internamente también tuviera ganas de venir al país originario de sus padres. Pero el mundo idílico que imagina la cabecita de un niño de 5 años era muy distinto al lugar al que habían llegado. No un mundo más evolucionado que Suecia, no un país más tranquilo y limpio, no un mundo más sincero en el saludo, sino un lugar y un tiempo distinto, un desorden, unas calles sucias, unas comidas más sabrosas, unos olores más intensos unos colores de piel más oscuros, etc.
Nadie sabía que está era la vida, los hechos históricos que serían vividos por él, la familia que le iba a tocar, los apellidos que le iban a nombrar, a ese cuerpo, a ese sexo, a esa mente que tenía por delante para ocupar.
El alma errante que circula volando alto, buscando una corporeidad, una vida más enriquecedora que le haga crecer, hincharse de experiencia para compartir con la gran energía eterna de la que proviene y que lo necesita para autoalimentarse.
El alma necesitó de este cuerpo. Y desde este cuerpo les habla hoy, con esta mente y en este periodo de su evolución. No sabe cuáles serán los eventos que harán que la energía mayor se hinche con su experiencia pero un suceso dos años antes de que haya ocupado este cuerpo resultó ser un evento que repercutió enormemente en el desarrollo de esta alma.
El golpe militar a la democracia en este punto extremo del mapa había marcado dos etapas en la evolución de la energía. Por una parte dividía la materia en un hito ascendente de la evolución de ésta. Una marca que pocas veces había alcanzado el colchón de energía, momentos que sólo eran logrados en los mayores puntos de liberación, cuando las almas estaban más llenas de amor y respeto luchando contra el quinto de las energías que querían lo contrario o costaba que entendieran. Ese último grupo de energías era el más reacio, no podía evolucionar por el miedo que tenían, no soportaban el cambio o la idea de un nivel distinto, de una materia en la siguiente etapa. Sin duda, ellos eran los causantes del freno de la energía tantas veces en la historia, aquellos quienes se pensaría que la misma energía había creado para mantenerla en círculos que nunca pasan al siguiente nivel.
La lucha entre los dos bloques había llegado al momento en que uno de ellos predomina sobre el otro. El primer aliciente para los pequeños puntos álgidos en que la materia recibe esos empujones en su avance ondulante.
En la mente del pequeño las cosas habían sido como sus padres le contaban. Un viejo, que se llamaba Augusto Pinochet, había bombardeado La Moneda y el presidente Salvador Allende, que quería lo mejor para su país, había muerto. Después de eso, los militares habían matado a mucha gente que pensaba distinto y que antes había apoyado a Allende. Muchos otros habían sido expulsados del país. El año 74 la Beca Presidente de la República tuvo el honor de recaer en la cabeza de su padre y el intercambio era con pasajes a Suecia. Tuvo que irse. Más tarde partió su mujer y en el reencuentro nació un niño, en un agosto que debió ser invierno y no el verano europeo que lo recibió. Era extraño, en casa se hablaba una lengua muy distinta a la de los niños en el kinder. La llegada de una hermana lo hacia sentirse menos distinto, a no ser por el sexo de ella, claro. Creció entre dos lenguas, era un ser distinto en su casa y en el jardín de niños. Crecer sintiéndose distinto tuvo ventajas y desventajas, desarrolló algunas cualidades pero también descuidó otras. La adaptabilidad a situaciones diferentes es una ventaja, pero el poco vínculo con el entorno social es un problema. Los otros niños creían que no se interesaba por ellos, que los despreciaba, que se creía autosuficiente y superior, pero era todo lo contrario, quería que lo integraran, tratar de entender sus formas de relacionarse, las cosas que les interesaban, los juegos nuevos. Así como en Suecia había tenido que adaptarse a los niños del jardín, muy distintos a los hijos de los amigos de sus padres, en Chile tuvo que nuevamente acomodarse a los niños de acá. Quizás pensaría que Chile estaba lleno de niños así, como estos chilenos afuera, pero resultó que eran aun más distintos que los niños suecos, con códigos lingüísticos muy parecidos a los de él pero con experiencias de vida muy distintas, padres diversos, costumbres parecidas pero diferentes a la vez.
Sus padres volvieron a la tierra materna: Magallanes. La coincidencia en que sean zonas extremas en un mapa quizás no es tan azarosa para la materia y su devenir de energía. Un punto tan austral puede tener similitudes con un punto tan septentrional. La gente sometida a los fríos extremos, la dureza del clima y la vegetación, el sentirse aislados, aun más aislados que la isla de Chile rodeada de cordillera, desierto y mar. Vivir donde Chile no limita con nada puede convertir o en un ermitaño o en un cosmopolita, es decisión propia. Es libre la elección de cerrarse y vivir en un mundo propio o abrirse e interesarse por lo que sucede en otras partes.
Tal y como los padres tuvieron que reintegrarse al sistema laboral, sus hijos tuvieron que acostumbrarse a un nuevo régimen escolar. Su padre en Suecia había tenido la oportunidad de estudiar algo así como agronomía pero en Chile no podía trabajar en eso y lo que había era la supervisión en un supermercado. Su madre se había desempeñado en varios trabajos que el estado sueco le ofrecía y en Punta Arenas consiguió trabajar en una zapatería. Por lo menos había trabajo para mantener a los hijos, pero a costa de las profesiones que realmente les habría gustado realizar. Al padre le gustaba cantar, de hecho por cantar tuvo que quedarse en Suecia cuando acusaron a su agrupación folclórica de conspirar contra la Junta de Gobierno. En esa época, gente de 25 años tenía que tomar decisiones de adulto, decidir qué hacer para criar de la mejor forma a sus hijos, qué trabajo era el mejor.
Los padres de este niño decidieron y pensaron que ésta era la mejor manera de enfrentar sus realidades en ese momento. Lamentablemente se equivocaron y cinco años después la relación de pareja estaba deteriorada, quizás por planes distintos, quizás por responsabilidades no asumidas, quizás por el sistema en que se encontraban, por el peso de la realidad distinta a la soñada.
Los niños se quedaron con su madre, el padre vivió un par de años en esa ciudad que no era la suya hasta que volvió a su tierra: Pichilemu, una tierra mítica en las historias que contaba a sus hijos, llenas de aventuras de infancia, felicidad extrema entre el campo de su abuela y tíos-personajes en del campo y la ciudad con su periodo escolar y baños eternos en la playa con formaciones gigantes de roca.
La madre se desvivió por darles una buena casa, una buena educación, por mantener un estilo de vida al que estaba acostumbrada y al que acostumbró a sus hijos. El círculo en que se desenvolvían era uno en el que la gente no tenía problemas económicos, donde los amigos tenían estancia, vivían en buenas casas, iban en colegios pagados, esquiaban en invierno, podían ir a Santiago o Viña de vacaciones en verano, etc. Muchos de ellos con el mismo odio por Pinochet y las mismas ganas de que volviera la democracia. Otros eran hijos de marinos o militares destinados a la zona con los que se tenía discusiones cordiales y a veces no tanto. Pero eran menos. No por nada la ministra socialista de Defensa se candideató para senadora por la zona antes de presentarse a las elecciones presidenciales el 2005.
Los cacerolazos en el barrio se sumaban a las manifestaciones del "norte", los días de paro nacional mi madre solidarizaba no enviándonos al colegio, la alegría que anunciaban los spots de la campaña del NO era esperada casi tanto como la prometida al volver a Chile. Hasta que la democracia se reinstaló. Esa palabra que no se había vivido en Chile, que nadie menor de 20 había logrado experimentar con conciencia de que la estaba viviendo, nuevamente se implantaba en el gobierno. Muy pocos parecían reparar en que esta democracia tenía riendas, un poder tras las sombras que había dejado todo muy bien aperado para cuando no fuera visible. Seguía ocupando la Comandancia en Jefe y después la cambió por una senaturía vitalicia, puestos que lo mantenían incólume e intocable, inmune a algún juicio por los crímenes y las violaciones a los derechos humanos cometidos bajo su mandato.
Pero la energía debía poner un punto álgido más, era necesario para empujar su devenir nuevamente hacia otro sentido. Pinochet fue detenido en Londres y el país se dio cuenta que era necesario reflexionar sobre lo que se tapaba con tierra. Era necesario traer al anciano para juzgarlo en Chile, su país. No podíamos dejar que otros países nos solucionaran los problemas. Asumió Ricardo Lagos al poco tiempo y en su asunción la gente sólo pedía justicia. No era más empleo ni menos delincuencia lo que pedían . Esos eran temas que los distractores se empeñaban por instalar entre los deseos de la gente y no los que ésta realmente quería solucionar.
El alma que está en el cuerpo de ese niño, que hoy no es tan niño, siente que aún necesita de mucha más experiencia para seguir hinchando la energía de la materia, pero siente que va por buen camino: acumulando etapas, creciendo en su evolución, mejorando su forma de ser, entendiendo cada día más su forma de ser y la de los demás. Por lo menos la energía se está restituyendo y quizás está vez el quinto tenga menos miedo y permita el paso a la siguiente etapa.

SALVADOR ALLENDE - ÚLTIMO DISCURSO (6:18)

5 comentarios:

Pablillous dijo...

a lo mejor soy el primero en comentarte, pero no se porque tengo harto que decirte. Casi todo lo que escribiste me toca de una u otra manera...
cuando el 11 de septiembre paso yo solo tenia 3 años, pero recuerdo cosas de mi niñez que no me parecian bien, que eran raras, con mi papa leiamos mucho y siempre nos informabamos de los presidentes y primeros ministros de otros paises...yo le preguntaba a mi papa: Papi cuando elegimos presidente nosotros?....me acuerdo claramente de los comerciales en Tv" Chile rechaza el boicot, pero mas claramente de las listas de exiliados que podían volver ...
conoci muchas historias de exiliados que regresaron y se encontraron con que su paraiso ideal que recordaban no era tal...
pero lo que mas recuerdo de todo eso..es que nunca pensé que veria Chile Sin Pinochet...recuerdo la consulta ..pero el plebiscito...fue como un breakthrough para mi..recuerdo la cancion de Sting.....la visita de Christopher Reeve...

me recuerdo llorando cuando Lagos perdio la senaduria por secretaria con Jaime Guzman...

ahora me duele no estar presente en los cambios de Chile...mi corazon esta ahi....pero no estoy para vivirlos..

alley cat hug

Remus dijo...

Mi experiencia es absolutamente la opuesta. Yo soy de derecha, mi familia es de derecha. En mi casa se detestaba a Salvador Allende, a los comunistas y a la UP. Mi mamá fue a las marchas a golpear cacerolas contra ese gobierno, incluso con varios meses de embarazo.
Por eso, cuando ocurrió el golpe, celebraron. Para ellos Pincochet era el liberador.
Después mi infancia transcurrió absolutamente normal; como niño de clase media y sin lazos con el mundo político, jamás me tocó conocer de cerca casos de desaparecidos o exiliados. El único contacto que tenía con los militares era cuando los iba a ver desfilar el día 19 por calle Ejército. Ese escenario de tranquilidad solo vino a cambiar a mediados de los 80, cuando comenzaron las protestas, que por supuesto, eran culpa de los comunistas.
En ese ambiente transcurrió mi vida. Después uno crece y se va enterenado de cosas, aprende que lo que vivió Chile fue una dictadura, y que los supuestos buenos no son tan buenos y los malos tampoco. Pero igual permanece cierta fidelidad a esas ideas en las cuales uno se formó.
En ocasiones me siento incomodo reconociendo que soy de derecha, porque hay personas que de inmediato te estigmatizan, y no debería ser así.
Porque más allá de ser de uno u otro partido, primero somos personas, con mucho mayor riqueza que nuestro color político.
Eso fue lo que se olvidó en este país, las ideas de las personas pasaron a ser más importantes que su valor como seres humanos.
Lo siento, me embalé con el tema. Sólo agrego que a veces es bueno hablar de estas cosas y que no hay que tener miedo a pensar distinto y discutirlo, porque de esa forma uno aprende a respetar a los demás.
Un abrazo

Pablillous dijo...

si me di cuenta del comentario..igual me da lata hablar de estas cosas, no porque rehuya el tema, sino porque me siento culpable de no estar en Chile ahora..eso...

gatito de callejon , es por los millones de gatos que recogí cuando niño...pequeño homenaje...


iguana hug y portese mal

Voikot dijo...

IGUANA HUG!!!! que buena!!!.

Porque la gente píensa que es malo hablar del 11? superarlo no significa olvidarlo menos todavía las lecciones que nos dejó, de hecho una promesa intrínseca mia es trabajar como sea para que nunca más pase algo asi en mi pais.

Lautaro dijo...

Voiki: lamentablemente, tienes razón. Parece que sigue costando hablar del tema,por lo menos eso se ve en la cantidad de comments que no se condice con la cantidad de numeritos que avanzó el counter.Sigue trabajando porque nunca más pase algo así en nuestro país.

Pero dicen que es mejor calidad que cantidad y valoro enormemente a Pablillous, Remus y tú por la valentía.

A Remus un poquito más por el estigma incómodo que le provoca ser un momio de mierda y facho culiao. BROMA!!!! En serio, fuiste valiente al no tener problema en decir lo que piensas en este blog tan comunacho, ja!

Pablillous: no se haga problemas en comentar de esto, los chilenos en el exterior tienen una visión privilegiada desde ahí, en cambio los que estamos adentro a veces nos obnubilamos por uno u otro bando. Es como un paciente siquiátrico que le resulta imposible sanarse solo y necesita la opinión de alguien que no esté en su cuerpo (un siquiatra) para comprender sus problemas.

Bear and iguana hugs,