En Alemania no fue muy distinta mi evaluación. Aunque los dos únicos chicos que me gustan son bastante superiores en belleza a los tres argentinos elegidos.
El defensa Arne Friedrich es un rubio alemanote bastante típico, pero no sé, hay algo en sus ojos claros que me despierta ternura.
Todo lo contrario de David Odonkor, el morenote descendiente de africanos de alguno de esos paises africanos (claro, no van a ser oceánicos) de los que a uno se le olvida el nombre, así como se le debe olvidar a un alemán el nombre de un país tan ridículo e invisible como Chile.
Este chico es todo lo contrario de Friedrich partiendo por el aspecto físico que, a mi por lo menos, en vez de ternura me produce salvajismo. Lo otro es su apellido como de tambores caníbales: o-don-kor, o-don-kor, uffff. Tanto así que me tiraría sobre sus poleras amarillas del Borussia Dortmund y las desgarraría y me lo comería entero en el pasto del ordenadito estadio teutón.
¡Furiosa, furiosa! :P
No cacho si ocupo bien la palabra pero creo que experimenté una ambivalencia de sentimientos con el triunfo de Alemania sobre Argentina. Me dio alegría ver la alegría de los alemanes, pero también tuve pena por la pena de los argentinos.
Arriba el ánimo chés, es sólo un juego.
El defensa Arne Friedrich es un rubio alemanote bastante típico, pero no sé, hay algo en sus ojos claros que me despierta ternura.
Todo lo contrario de David Odonkor, el morenote descendiente de africanos de alguno de esos paises africanos (claro, no van a ser oceánicos) de los que a uno se le olvida el nombre, así como se le debe olvidar a un alemán el nombre de un país tan ridículo e invisible como Chile.
Este chico es todo lo contrario de Friedrich partiendo por el aspecto físico que, a mi por lo menos, en vez de ternura me produce salvajismo. Lo otro es su apellido como de tambores caníbales: o-don-kor, o-don-kor, uffff. Tanto así que me tiraría sobre sus poleras amarillas del Borussia Dortmund y las desgarraría y me lo comería entero en el pasto del ordenadito estadio teutón.
¡Furiosa, furiosa! :P
No cacho si ocupo bien la palabra pero creo que experimenté una ambivalencia de sentimientos con el triunfo de Alemania sobre Argentina. Me dio alegría ver la alegría de los alemanes, pero también tuve pena por la pena de los argentinos.
Arriba el ánimo chés, es sólo un juego.
2 comentarios:
el odonkor de todas maneras..
lo de Argentina no sé.
a pesar de que me encanta Argentina
me tenian chatos con sus celebraciones tan arrogantes..por decir lo menos..
cat hug
Confirmo que lo que me pierdo de ver por no ser futbolera son sólo excelentes deportistas en acción (jijiji); como los
que has tenido a bien seleccionar.
Un beso.
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