Sombra ya no es un blog

A Sombra se le ocurrió esta especie de cross over. Aquí está su versión de nuestro encuentro.

La cita era a las 4:30 del sábado en un café capitalino.
Curiosamente, cero nervios. Habíamos hablado tanto de este momento, planeado los detalles, que en realidad sólo faltaba hacerlo.
Algunos minutos antes, el teléfono sonó. Eleutherio. Pude escuchar su voz, confirmando el encuentro. Me gustó lo que escuché. Las voces son importantes para mí.
Salí algunos minutos antes, y me encaminé hacia la cita con muchas cosas en la cabeza. ¿Cómo sería? ¿De qué hablaríamos? ¿Qué pensaríamos uno del otro?
Llegué primera a la cita. Bastó un vistazo rápido al lugar para detectar su ausencia. Me di otra vuelta, simulando no estar buscando a nadie. Y desde una ubicación privilegiada, me puse a esperarlo. De pronto, y desde lejos, lo vi venir. ¡Es realmente como un oso! pensé. Me acerqué rápidamente, abrazos de rigor y comentarios acerca de las peripecias para llegar a este momento.
Nos instalamos a tomar café y pudimos evaluarnos mutuamente. Eleutherio es, en persona, tal como lo imaginaba. Tiene una mirada bondadosa y curiosa a la vez. Es de esas personas que prefiere preguntar que hablar. Observa, mide, analiza, sin hacer sentir a la persona que está siendo sometida a una evaluación. Me sentí cómoda en su compañía, aunque creo que él esperaba más risas de mi parte (de hecho, en un momento me pidió directamente: ¡ríete!). Lo que él no sabe es que en realidad yo soy una chica tímida, y que la persona con personalidad explosiva, llena de risa y comentarios intensos aparece después de un tiempo de conocerse. Pudimos, sin embargo, conversar tranquila y relajadamente, hablar de muchos de los aspectos de nuestros blogs que hemos enunciado pero explicado poco, confesarnos algunos secretos, sorprendernos mutuamente. Me impresionó que conociera a muchos de los bloggers con los que se lee, que estime a la mayoría de ellos, que cuide celosamente la privacidad de ellos. Aunque no debiera impresionarme tanto, puesto que se nota que es una persona confiable, derecha y a la que no le cuesta querer a los demás. Paseamos por otros temas también, y el tiempo se pasó rápido en medio de las personas que nos rodeaban.
Ahora puedo decir que estoy muy contenta de haberme atrevido a salir de la sombra para vernos. Me gustó su mirada, el movimiento de sus manos, su manera de hablar de las demás personas, su personalidad. Los espacios en blanco que había en mi cabeza se llenaron satisfactoriamente, y ahora sólo espero que podamos repetir la experiencia a corto plazo. Ojalá pueda reírme más en esa ocasión…
De manera simple sólo quiero decir una cosa. Tengo un nuevo amigo. Y se llama Eleutherio.

Haciendo click acá se puede leer mi versión del comienzo de una amistad.